Una de las primeras informaciones que Erwing Alaniz Benavides enviara al estafador Gerardo Sánchez (Voz Solidaria) fue la de un operativo que realizó el Ejército contra una banda delincuencial que se movilizaba cerca de Pantasma. En ese combate murieron dos antisociales, uno de ellos fue reconocido como Yeirón Díaz, porque era de ese sector.
En la conversación entre estos secuaces se notaba el temor por lo que había ocurrido en el sector de Pantasma, este recelo aumentó aún más al conocer que mientras se comunicaban, el Ejército estaba realizando una serie de operativos en diferentes puntos del país en contra de estas bandas delincuenciales, al punto de admitir que “la cosa estaba jodida”.
La presencia de estas bandas criminales no solo infunde zozobra en la población rural del país, si no que ahuyenta a extranjeros que vienen a trabajar por Nicaragua, tal es el caso de un grupo de norteamericanos que construía una escuela cerca de Pantasma, que se retiró al conocer de la existencia de estos grupos delincuenciales.
El estafador, quien “opera” desde su laptop, de inmediato hizo suyos los datos que le pasó Alaniz y hasta elaboró un comunicado, pese a que no le constaba qué había ocurrido realmente.
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