Un paso más en la conspiración del “golpe suave” despertó al somocismo en Miami. El líder de la oposición en la ciudad estadounidense es conocido: el piloto genocida Roberto Amador, un oficial somocista, ya anciano, que transcurridos 36 años no logra entender que los de su clase perdieron sus privilegios para siempre.
Este ex Guardia Nacional no se anda con eufemismos como lo hacen sus pares locales, que conspiran invocando la democracia. Habla de “derrocar” al gobierno del presidente Daniel Ortega. Amador es uno de los eslabones de la oposición que busca tumbar del poder al gobernante sandinista mediante una “revolución de colores” o primaveral, cuyo desenlace suele ser en extremo cruento.
MRS, Renovadores, PLI, CPDH, Movimiento por Nicaragua, Coordinadora Civil, CENIDH, etc., son algunos de los grupos cuyas ideas convergen con las del ex piloto somocista.
Ros-Lehtinen a la cabeza
A esta cruzada se les había unido antes como madrina política la cubano-gringa Ileana Ros-Lehtinen, congresista republicana del ala más ultraderechista, que mantiene un odio obsesivo en contra del FSLN, quizás porque le recuerda que su familia fue echada del poder en Cuba por la triunfante revolución en 1959.
Amador, quien también participó en el ejército de la Contra, armado, entrenado y financiado por el gobierno de Estados Unidos en los años 80 del siglo pasado, está acostumbrado a decir mentiras sin siquiera pestañear.
En 1983, el avión que pilotaba y con el que entregaba pertrechos a los “freedom fighters” de Ronald Reagan en las selvas nicaragüenses, fue derribado por humildes combatientes de un BLI, y al prepotente militar se le ve humillado en una de las fotos que le hizo la ex fotógrafa de Barricada, Claudia Gordillo.
Dice que fotógrafa lo torturó
“Yo le pregunté en ese momento sus datos personales, las cuatro, cinco preguntas básicas periodísticas para poder armar una nota, pero yo estaba nerviosa, necesitaba sacar la foto del día también. Él no me contestó mucho. Él trató de no identificarse, estaba herido y lo habían ubicado de pie contra una pared de madera. Sentí terror. Parecía que lo iban a fusilar”, contó Gordillo mucho tiempo después al diario La Prensa.
Gordillo se mostró molesta por haber leído posteriormente que Roberto Amador expresó que ella lo había maltratado y la señalaba de ser una agente de la Seguridad del Estado.
Amador estuvo preso en Nicaragua y pese a que se la pasa denunciando lo “monstruoso” que son los sandinistas, sigue contando el cuento, seguro ahora de que no volverá a ser detenido porque su ancianidad no le permite participar en acciones militares, por lo que su papel actual es echar a pelear a otros.
Una sigla más contra el FSLN
Pues bien, Amador anunció la creación de una nueva organización, la Gran Unidad Nicaragüense (GUN), que se unirá a la lucha del CENIDH, el MRS, el PLI y demás siglas opositoras.
Esta gente no solo intenta recuperar el poder para la derecha oligárquica de Nicaragua. También huele el dinero y sabe que el gobierno de Estados Unidos lo soltará a mares –de hecho no ha parado de hacerlo-, con motivo de las elecciones de 2016.
Las arcas de la USAID, IRI, NED, NDI y otros organismos de conspiración norteamericanos, están abiertas para las ONG nicaragüenses arriba mencionadas, al igual que para partidos políticos de oposición y algunos medios de comunicación.