* El mandatario de Nicaragua dijo que Washington y sus aliados no están preparados para buscar el entendimiento, sino que actúan para imponer su voluntad.
Durante su discurso por el 43.º aniversario del triunfo de la Revolución Popular Sandinista, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, afirmó que, aunque quisiera tener lazos con EE.UU., no los ve posibles porque «no se puede creer ni confiar» en ese país.
El mandatario manifestó que Washington y sus aliados no están preparados para buscar el entendimiento, sino que actúan para imponer su voluntad.
«Ahí no hay ningún Dios en el alma de esa gente. Ellos no están preparados para buscar entendimientos. Están preparados para imponer, ocupar, bombardear, asesinar», agregó.
Del mismo modo, Ortega descartó la posibilidad de que haya conversaciones entre ambos países debido a que desconfía de sus gobiernos.
«¿Qué diálogo puede haber con el diablo? Cómo dice el Che: ‘A los yanquis y al imperialismo no se le puede creer ni un tantito así’, porque te acaba. Nosotros quisiéramos tener buenas relaciones con EE.UU. pero es imposible. De aquí nunca ha habido una agresión contra EE.UU.», dijo.
«Es imposible el diálogo»
«No hay diálogo, es imposible el diálogo. Los diálogos son para ponerle la soga al cuello a uno, o que uno mismo se la ponga», agregó.
Como ejemplo, se refirió a la actuación del Gobierno de EE.UU. durante la Segunda Guerra Mundial, cuyo presidente, Harry S. Truman, autorizó en 1945 que se lanzara sobre la ciudad japonesa de Hiroshima una bomba atómica llamada ‘Little boy’ (niño pequeño, en español).
«¿Hasta dónde llega la perversidad de los imperios y del imperialismo yanqui? A un arma tan mortal llamarle ‘el niño’. La lanzaron sobre una ciudad donde no había tropas japonesas, no era objetivo militar», enfatizó.
Representaciones
En el acto estuvieron presentes el primer ministro de Cuba, Manuel Marrero; la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez; el vicecanciller de Honduras, Gerardo Torres Zelaya, y el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, que recibió la Orden Augusto Sandino, máxima distinción nicaragüense.
Por su parte, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, envió un mensaje a Ortega para felicitarlo con motivo de este día festivo y desearles paz y prosperidad a todos los ciudadanos de Nicaragua.
«Las relaciones ruso-nicaragüenses se desarrollan en aras de la cooperación estratégica», reza el texto.
«Nuestros Estados cooperan exitosamente en distintas esferas y en el interés de forjar un orden mundial justo y democrático», añade.
La victoria alcanzada por el Frente Sandinista de Liberación Nacional en 1979, puso fin a la dictadura de la familia Somoza en el país centroamericano.