* Aunque la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, instó a los países de la UE a «actuar juntos», la iniciativa ha creado rechazo entre distintos miembros del bloque.
Italia, Polonia, Chipre y Hungría expresaron serias preocupaciones en relación con la propuesta de la Comisión Europea (CE) de reducir voluntariamente el consumo de gas en un 15 % para hacer frente a un posible corte total de los suministros gasísticos rusos.
La iniciativa busca crear un instrumento de seguridad para los países más vulnerables a la escasez de gas y puede obtener carácter imperativo en caso de un riesgo sustancial de un corte de gas abrupto o de una demanda excepcionalmente alta.
Aunque la presidenta del organismo ejecutivo, Ursula von der Leyen, instó a los países de la Unión Europea a «actuar juntos» para hacer realidad esta red de seguridad, el plan ya sembró divisiones entre los países del bloque.
«Esperamos solidaridad verdadera»
La ministra del Clima y Medio Ambiente de Polonia, Anna Moskwa, expresó este jueves en su cuenta de Twitter que el llamamiento de la CE a mantenerse solidarios en realidad no es solidario en otros aspectos, como el Régimen de comercio de derechos de emisión (RCDE), que —argumenta— es uno de los propulsores de la inflación en su país.
«La Comisión Europea propone un mecanismo de solidaridad gasística para los países porque la seguridad de aquellos que no tienen gas corre riesgo. ¿Habrá un mecanismo similar para el RCDE? Porque en Polonia este impuesto debilita nuestro sector energético. Esperamos una solidaridad verdadera», tuiteó.
A mediados de julio, la ministra polaca recalcó que su país está «en contra de imponer objetivos de reducción obligatorios». «El mecanismo de solidaridad no debe conducir a una reducción de la seguridad energética de ningún Estado miembro», enfatizó.
«Podría generar problemas»
Mientras, desde Chipre también destacaron el carácter arriesgado de la reducción para ciertos países de la UE. «Chipre sin duda entiende las preocupaciones de los países como Grecia y España y creemos que una reducción del 15 % podría generar problemas», opinó en una entrevista la ministra de Energía del país insular, Natasa Pilides, citada por Bloomberg.
Paralelamente, fuentes diplomáticas indicaron que Italia también se opone fuertemente al plan de ahorro, informan medios locales. Así, Roma considera que el umbral del 15 % fijado por la CE es demasiado «ambicioso y difícil de alcanzar».
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Hungría, Peter Szijjarto, subrayó en un programa de Fox News que considera la medida «demasiado seria» como para proceder a su evaluación sin tener la documentación o una propuesta por escrito, que de momento no ha recibido de la Comisión Europea.
Asimismo, España, Portugal y Grecia ya se habían pronunciado en contra del plan. «Defendemos los valores europeos, pero no podemos asumir un sacrificio sobre el que ni siquiera nos han pedido opinión previa», dijo la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica de España, Teresa Ribera.