Francisco Arias Fernández │ Granma
* ¿Dónde vive la mayor parte de victimarios y víctimas de trata de personas? Empleados de Disney capturados por este delito a inicios de 2022. Migrantes son vendidos en 700 dólares a la mafia de traficantes.
La Organización Internacional del Trabajo estima que, a nivel mundial, hay 24,9 millones de víctimas de trata, actividad criminal que genera unos 150 mil millones de dólares anuales en ganancias ilícitas.
Servicios de prostitutas en línea por internet; mujeres extranjeras y residentes traficadas, forzadas y obligadas por la industria del sexo; clientes asiduos; proxenetas; traficantes de niños «on line»; salvavidas, informáticos y camareros corruptos de los parques de diversiones de Disney; otros mercaderes colaterales formaron parte de un alarmante hallazgo policial a inicios de 2022.
Más de cien personas, entre ellos varios empleados de Disney, fueron arrestadas en una operación encubierta de trata de personas en el centro de la Florida, lo que no es ni un hecho aislado o raro ni exclusivo del turístico estado norteamericano.
La trata de personas es una preocupación creciente en la Florida, territorio que ocupa el tercer lugar en EEUU por el impacto de ese flagelo, con serias afectaciones, pues con frecuencia victimiza a niños, de acuerdo con un artículo del periódico regional Orlando Sentinel, titulado: La cara oscura del estado del sol.
Un reportaje de la televisora gala France 24 revelaba que, en 2019, en Estados Unidos unas 400 mil personas fueron víctimas diariamente del tráfico de seres humanos, y cinco años atrás esa cifra era de 60 mil, lo que evidencia un auge descontrolado.
Añade que ese problema ataca al país de manera sigilosa, y pocas víctimas se atreven a alzar la voz. Informes oficiales señalan que la prostitución de niños en EE UU es una preocupación, pues se estima que 100,000 menores son obligados a prostituirse en ese país cada año.
Por otra parte, aunque la ley prohíbe determinados tipos de prostitución, por el territorio estadounidense proliferan distintas categorías de prostitutas nacionales o extranjeras, muchas veces engañadas y forzadas; pero los órganos de aplicación de la ley han identificado prostitución callejera, de acompañantes o fuera de servicio, de burdel, de salas de masajes, de clubes de striptease, de tiendas de sexo, de shows y clubes.
En abril pasado, la Justicia USA desmanteló una red de tráfico sexual controlada desde Nueva York, que durante tres años explotó a mujeres asiáticas en situación vulnerable y sin estatus legal de inmigración, las cuales fueron víctimas de brutales agresiones en una decena de estados de ese país.
La red criminal las mantenía explotadas sexualmente, durante semanas, en hoteles o apartamentos bajo su control, y después reinvertían el dinero recolectado en sus actividades ilegales.
La disciplina era impuesta mediante golpes con martillos, bates de beisbol o armas, atadas o aisladas, amenazas, despojo de documentos de identidad, entre otros abusos físicos y sexuales.
Migrantes son vendidos hasta en 700 dólares para ser esclavizados
Grupos criminales que operan en territorio estadounidense, bajo fachada de agencias de colocación de migrantes, los venden a rancheros y empresarios de EEUU para ser tratados como esclavos.
Una investigación del periódico mexicano Milenio, basada en documentos judiciales de cortes estadounidenses, revela que tan solo una de las organizaciones que se dedican a la venta de esos «esclavos modernos», obtuvo ganancias por 200 millones de dólares en solo cuatro años.
Después de que cruzan la frontera, esas mafias suelen robarles identificaciones, papeles personales y recaban información sobre sus familias en sus naciones. De esta forma los intimidan para que no escapen.
Esos sujetos mantienen a los migrantes en campos con cercas electrificadas, donde son maltratados de múltiples formas, no les pagan por los trabajos que realizan y les dan poca agua; lo que constituye explotación laboral y trata de personas. Esta situación –según el periódico– se repite en los campos de Georgia, Wisconsin, Florida y Texas, entidades en las que han sido procesados 34 líderes de grupos criminales.
Los nuevos esclavistas operan principalmente en el sector agrícola, una de las áreas que emplea a miles de migrantes en USA, aunque en otros casos han sido obligados a cultivar y vender drogas.
Se plantea que, cuando llegan a territorio estadounidense, son vendidos a rancheros norteamericanos hasta en 700 dólares, y obligados a trabajar forzadamente.
Añade que las industrias pesqueras, textil, de la construcción, minera y agrícola están particularmente llenas de trabajadores forzados, incluso algunos que llegaron con becas o visas de trabajo.
The New York Times publicó un artículo, el pasado 26 de julio, titulado El contrabando de migrantes en la frontera es ahora un negocio multimillonario, en el que señala que, ante la creciente demanda de coyotes, el crimen organizado entró en escena, con resultados crueles y violentos.
Las tarifas a pagar a los traficantes suelen ir de los cuatro a diez mil dólares para los migrantes procedentes de América Latina, hasta los 20,000 en el caso de los de África, Europa del Este y Asia, según una experta de la Universidad de George Mason.
Añade la investigadora que el incremento de los migrantes irregulares, quienes intentan cruzar la frontera estadounidense, hizo que el contrabando de esos seres humanos se convirtiera en una fuente de dinero irresistible para algunos carteles y organizaciones criminales que actúan dentro y fuera de EEUU, industria cuyos dividendos han ascendido de 500 millones de dólares en 2018 a 13 mil millones o más en la actualidad.
Negocio ilícito de 150 mil millones de dólares anuales
La Organización Internacional del Trabajo estima que a nivel mundial hay 24,9 millones de víctimas de trata, actividad criminal que genera unos 150,000 millones de dólares anuales en ganancias ilícitas.
Académicos y expertos reunidos en el VII Congreso Latinoamericano y Caribeño sobre Trata de Personas y Tráfico de Migrantes afirmaron, a principios de julio, que después «del narcotráfico, la trata de personas y la prostitución –máxima expresión de la trata– representan la segunda y tercera industrias entre las economías ilícitas en el mundo».
Una catedrática española significaba en el evento que la prostitución se ha convertido en un producto de exportación de mujeres para explotación sexual, hacia mercados de turismo de prostitución, que implican a generaciones de mujeres, niñas y adolescentes de países pobres, y un enorme negocio de mafias y proxenetas internacionales.
Además del secuestro para acceder a la «mercancía infantil», los traficantes han incrementado el uso de internet y de personas allegadas.
EEUU carece de autoridad moral para juzgar a los demás
A raíz de la presentación del informe anual (unilateral) del Departamento de Estado norteamericano sobre trata de personas, el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla afirmó que el Gobierno de Estados Unidos carece de autoridad moral y miente deliberadamente sobre el desempeño de Cuba contra ese flagelo, por lo que rechazó la inclusión injustificada de la Isla en esa lista negra, por razones totalmente políticas.
Las atrocidades que viven en EE. UU. los cientos de miles de víctimas de la trata de personas, las prostitutas, los migrantes irregulares, los nuevos esclavos de los rancheros y los menores forzados a trabajar, prostituirse o traficar drogas en todos los estados de la Unión, no pasan de ser noticias ocasionales de la prensa bajo dominio de la Casa Blanca a nivel mundial, para acreditarles operaciones exitosas de enfrentamiento a las autoridades de aplicación de la ley, casi nunca para reivindicar o defender a las víctimas.
La organización de derechos humanos Human Rights Watch, en su Informe Mundial 2022, denuncia que la actual administración demócrata había llevado a cabo 753,038 expulsiones bajo el Título 42, una política ilegal para expulsar a las personas migrantes que llegan a las fronteras terrestres, basándose en motivos de salud engañosos.
Señala que esas expulsiones discriminan desproporcionadamente a las personas migrantes, negras, indígenas y latinas, sobre todo de Centroamérica, África y Haití; mientras que miles de otros viajeros pueden cruzar la frontera sin ningún tipo de control sanitario.
En tiempos de la peor crisis económica y migratoria global, las ganancias multimillonarias de las mafias de la trata de persona y la prostitución, como las del narcotráfico, se quedan en los bancos estadounidenses y de otros viejos esclavistas del norte, que modernizan métodos para cubrir déficit de mano de obra, donde el crimen organizado tiene su lugar de acuerdo con el pragmatismo estadounidense y occidental.
Mientras, erigen muros fronterizos y consulares como expresión de su selectividad, que sigue estimulando los caminos oscuros e inciertos de quienes, a cualquier precio, tratan de llegar a EEUU, buscando la vida mejor que les prometieron.