El presidente venezolano, Nicolás Maduro, se reunió con su homólogo colombiano, Gustavo Petro, en Caracas, para determinar la agenda de trabajo establecida por ambos países en el restablecimiento de las relaciones bilaterales.
Desde el Palacio de Miraflores, el mandatario bolivariano sostuvo que coincide en varios temas con Petro, quien asumió el poder en Colombia en agosto pasado y ha manifestado sus intenciones de reconciliar las relaciones con Venezuela.
En su discurso, al mandatario venezolano enfatizó que la reunión se llevó a cabo para buscar el bien común de los dos pueblos. Los temas que se trataron fueron varios, desde el comercio y la economía hasta «los nuevos pasos hacia una apertura total y asegurada de las fronteras entre Colombia y Venezuela».
El encuentro entre Maduro y Petro sucede tras casi tres años de relaciones bilaterales fracturadas, una ruptura que comenzó durante el Gobierno de Iván Duque (2018-2022), cuando este apoyó los intentos de Juan Guaidó de proclamarse presidente.
Sin embargo, la llegada de Gustavo Petro, viejo luchador social y hombre de izquierda, motivó al restablecimiento de las relaciones. El 26 de septiembre de este año, ambos países acordaron la reapertura de la frontera colombo-venezolana cerrada por 7 años.
Sin embargo, Petro ha manifestado que la frontera ha sido tomada por diferentes grupos del crimen organizado.
Petro recordó que Venezuela y Colombia comparten una misma raíz y una misma historia, por lo cual condenó cualquier intento de separación.
«Separar las naciones se convierte en una aventura suicida. No utilizaría peyorativos, que bien merecerían, porque cualquiera que sean las formas políticas adoptadas en una u otra nación, la amistad de ambos pueblos debe mantenerse. Eso nos lo enseñaron los europeos que se mataron por decenas de millones: 17 millones en la Primera Guerra Mundial y 50 [millones] en la Segunda Guerra Mundial», señaló el mandatario colombiano.
Agregó, en referencia al logro democrático que es la Unión Europea (UE):
«Hoy [los europeos] han entendido que su camino es el buen vecino, en primer lugar. Los comercios que se fortalecen entre el vecindario, y a eso lo llaman globalización, paradójicamente. Y la articulación en una política común, en una integración que va mucho más allá de la que hemos logrado en Latinoamérica. A pesar de nuestro discurso, los europeos han hecho más».