Sandra Marina Rodríguez, la somocista esposa del piloto genocida Roberto Amador, es una de las que agarró la gran vara al narcoestafador y asesino confeso Gerardo Sánchez, quien desde hace más de una década proclama en Facebook que falta poco para asaltar el poder en Nicaragua, con la consiguiente destrucción del sandinismo y su dirigencia.
¿Se habrá dado cuenta en su desesperación por recuperar sus privilegios somocistas, que el resurgimiento de la lucha armada en Nicaragua era solo un ardid del narcoasesino “Voz Solidaria”, quien solo buscaba sacarle dinero para su presunta “causa”?
Rodríguez propuso al narcoestafador promover un “paro nacional”, acompañado de acciones delictivas tales como asaltos a bancos, secuestros y otros delitos, como copia o venganza, según esta mujer, de lo que el FSLN hizo durante el somocismo para apertrecharse de fondos económicos.
Estas elucubraciones salieron como conclusión de la conversación entre ambos compinches, luego de hacer un alarde de total irrespeto al pueblo nicaragüense, al que acusan de apático, indiferente y conformista, entre otras cosas, por no apoyarlos en su cruzada antisandinista.
El narcoasesino Sánchez, en su impotencia, advierte que los que se les unan cuando ellos estén mejor, serán los últimos de la cola… ¿en qué?, de seguro en la repartición que ha soñado.
“Asaltemos bancos y secuestremos a quien podamos para obtener dinero”, aconseja esta dama somocista con mentalidad criminal, cuya página de Facebook, paradójicamente, está llena de citas bíblicas y mensajes de paz y amor.
Este es parte del diálogo entre el narcoasesino Gerardo Sánchez y la somocista Sandra Marina Rodríguez, esposa del piloto genocida Roberto Amador: