Hedelberto López Blanch
El avance económico incontenible, la unión entre sus miembros y las proyecciones de fortalecimiento hacia un mundo multipolar que ha tenido en los últimos años el BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), han puesto a temblar a la élite gobernante en Washington que está haciendo todo lo posible para intentar debilitarlo.
Ese concepto imperial es uno de los motivos por lo que Estados Unidos impulsa y alienta una guerra contra Rusia con la utilización del régimen de Ucrania, y le impone constantes extorsiones económicas financieras a Moscú, mientras que lanza acciones parecidas contra China, a la par que incita y refuerza militarmente a Taiwán para que mantenga fuertes tensiones contra Beijing.
Claro, esos conflictos los promueve fuera de su territorio, a semejanza de lo que ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial tras la cual Washington salió fortalecido y la Europa del Este y del Oeste quedaron en ruinas. Al parecer la Casa Blanca y el Pentágono se olvidan de que la situación actual es completamente diferente y que potencias como Rusia y China poseen todo tipo de armamento ultramoderno y como han insinuado, no se quedarán con los brazos cruzados.
El grupo BRICS constituye una asociación económico-comercial intergubernamental compuesta por cinco países en rápido desarrollo, con el objetivo de impulsar el diálogo y la cooperación multilateral.
Entre sus metas se halla la de promover un sistema global más justo y equilibrado en las relaciones entre naciones y en ese camino apoyan la reestructuración del actual sistema económico imperante en el orbe que favorece a los más ricos en detrimento de los más pobres.
Desde su creación formal en 2009, el BRICS, sin ser un grupo homogéneo, ha superado desafíos y avanzado con determinación para abrir un curso acertado de apoyo mutuo y cooperación de ganancias compartidas.
Durante la XIV Cumbre efectuada en junio de 2022 en Beijing, el presidente de China, Xi Jinping destacó que los esfuerzos principales del grupo se dirigen hacia la más amplia solidaridad, salvaguardar la paz y la tranquilidad mundial.
Como los cinco países tienen un potencial político, económico, científico, tecnológico y humano considerable, y a la par han profundizado la cooperación en toda la gama de temas de la agenda global y regional, cada año su autoridad e influencia en la escena global aumenta constantemente.
Si en 2009 la fuerza económica del Grupo representaba en conjunto el 18,3% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, en 2023 ya alcanzó el 25,6 %, en un panorama en que tanto América del Norte y la Unión Europea han bajado su representación proporcional de la riqueza del orbe.
Los analistas consideran que esas naciones están preparadas para impulsar la erradicación del hambre y la pobreza en varias regiones. Cuentan con el 40 % de la población del planeta, cosechan más de un tercio de la producción, y tienen un enorme potencial energético, tecnológico y científico.
En ese contexto, el presidente de Rusia, Vladimir Putin informó recientemente que esas naciones están explorando la creación de una moneda de reserva internacional basada en una canasta compuesta por reales, rublos, rupias, yuan y rand, como esfuerzo por desarrollar una alternativa a los acuerdos internacionales dominados por el dólar estadounidense.
Explicó Putin que este paso monetario será decisivo para cambiar el liderazgo mundial y desbloquear una nueva ola de desarrollo económico con diversidad de transacciones.
La ministra de Exteriores de Sudáfrica, Naledi Pandor, cuyo país presidirá el Grupo este año, enfatizó que uno de los motivos del BRICS de fundar en 2015 el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), está directamente relacionado con buscar una alternativa al sistema de pagos basado en el billete verde, el cual les otorga preferencias a los países más ricos. El NBD persigue financiar proyectos de infraestructura de los países fundadores y ofrecer fondos a otros países en desarrollo.
El amplio rol que ha tomado el Grupo en los últimos años, ha motivado que alrededor de una decena de naciones estén interesadas en integrarlo.
El gobierno argentino de Alberto Fernández solicitó su admisión al igual que lo han hecho la República Islámica de Irán, la república de Kazajistán y la República Argelina Democrática y Popular.
Otros que han formalizado su intención a unirse al BRICS son Egipto, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Bahrein y Turkiye.
Nigeria señaló que está dispuesta a convertirse en un miembro pleno para garantizar sus intereses económicos en cooperación con otros socios.
Según informó el embajador sudafricano en Moscú, Mzuvukile Jeff Maqetuka, son alrededor de 13 los solicitantes y algunas de esas serán analizadas en la próxima Cumbre del organismo a efectuarse este año en Pretoria.
Este manifiesto declive de la hegemonía estadounidense que había permanecido en la arena internacional desde el final de la Segunda Guerra Mundial, se ha ido debilitando con el surgimiento de nuevos actores y es lo que ha puesto en tensión el régimen imperial estadounidense.
No hay dudas en que el BRICS será uno de los principales factores para crear un orden económico-financiero más justo para el planeta.
Fuente: Rebelión