El dominio del dólar estadounidense en el comercio mundial comenzó con la creación del sistema de Bretton Woods tras la Segunda Guerra Mundial, que estableció unos tipos de cambio fijos en relación al dólar y un precio invariable del dólar en oro. Incluso el abandono de los tipos de cambio fijos en la década de 1970 no supuso una amenaza para el liderazgo del dólar. Sin embargo, en la actualidad, debido a la creciente rivalidad entre Estados Unidos y Europa occidental, por un lado, y China, Rusia e Irán, por otro, así como a la aparición de las monedas digitales, la perspectiva de una desdolarización acelerada es cada vez mayor.
A continuación, revisaremos cinco proyectos que están desarrollando simultáneamente Asia, Oriente Medio y América Latina, y que están poniendo en amenaza la hegemonía de dólar.
LA MONEDA SUR
En enero de 2023, los líderes de Argentina y Brasil anunciaron la creación de una moneda regional de pagos mutuos llamada «Sur». En vísperas de la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), aparecieron los dos jefes de Estado, Alberto Fernández y Lula da Silva, presentando la iniciativa. Los líderes invitaron a otros países de la región a sumarse al proyecto; Lula da Silva, por su parte, afirmó que la iniciativa debería ampliarse para incluir a los BRICS y al Mercosur.
Las conversaciones sobre una posible unidad monetaria circulan por Sudamérica desde hace unos años. En 2007, el presidente Hugo Chávez propuso la creación de una moneda común latinoamericana, «SUCRE», para poder contrarrestar la hegemonía del dólar en el mercado financiero mundial y, sobre todo, en la región latinocaribeña. En su momento, la idea fue abandonada. Desde entonces, algunas cosas han cambiado. Por ejemplo, la guerra proxy de Estados Unidos y la OTAN en Ucrania contra Rusia, y las sanciones ilegales sin precedentes.
Todo esto ha llevado a los líderes nacionales y empresariales a cuestionarse hasta qué punto el dólar es neutral y si puede ser políticamente creíble. Con ello comenzó la búsqueda de alternativas, monedas que pudieran utilizarse en el comercio internacional sin el riesgo de las medidas coercitivas unilaterales.
En el caso de América Latina, una unión monetaria representaría alrededor de 5% del PIB mundial, según estimaciones del Financial Times. La mayor unión monetaria del mundo, el euro en la eurozona, representa alrededor de 14% del PIB mundial en dólares.
No se trata solo de un gran PIB, sino del control de recursos claves. Nada más Brasil y Argentina figuran entre los exportadores de alimentos más importantes del mundo: sus territorios son vastos y excedentarios en términos de tierras agrícolas en relación con su población. Argentina es una de las mayores fuentes mundiales de litio, que se está convirtiendo en el «nuevo petróleo» de la energía verde; Brasil es rico en petróleo y en otros muchos recursos, desde metales hasta agua dulce.
La moneda significaría una gran ventaja para el bloque regional, si se logra incluir ciertos elementos para que sea viable.
RUSIA, IRÁN Y LA CREACIÓN DE UNA STABLECOIN
El Banco Central de Irán está estudiando la posibilidad de crear, junto con Rusia, una stablecoin respaldada en oro que podría aceptarse como medio de pago en las liquidaciones de comercio exterior en lugar del dólar, el rublo y el rial iraní. Alexander Brazhnikov, director ejecutivo de la Asociación Rusa de Criptoindustria y Blockchain, fue quien informó la noticia a medios rusos.
Stablecoin es el término para las criptomonedas cuyo valor está vinculado al denominado fiat (dinero «clásico» emitido por los bancos centrales de los Estados) o a metales preciosos. Las stablecoins no suelen utilizarse como estrategia de inversión para ganar dinero con el crecimiento de un activo, sino para la liquidación digital.
Las relaciones ruso-iraníes han ido evolucionando positivamente para ambos países: a partir de 2023, una zona económica especial de Astracán (región rusa que sirve de ventana a Oriente Medio) empezará a aceptar cargamentos procedentes de Irán. Se supone que la stablecoin también podría empezar a funcionar en esta base, dice un artículo del medio ruso Vedomosti, citado por Forbes. También está en los planes a largo plazo de Irán volver a un patrón oro mundial, un sistema monetario en el que el valor de las monedas se expresa en una determinada cantidad garantizada de oro.
Aunque el Banco Central de Rusia se opone al uso de criptomonedas como medio de pago dentro del país euroasiático, sí apoya su uso en transacciones de importación y exportación. El regulador planea probar el uso de criptomonedas para liquidaciones internacionales como parte de un régimen legal experimental, según declaró en diciembre pasado la Vicepresidenta Primera del Banco Central, Olga Skorobogatova.
Existe la posibilidad de que el uso de stablecoin entre en futuros paquetes de sanciones ilegales, pero es más difícil prohibir tales liquidaciones si no entran en la eurozona o en el circuito del dólar, o si los intermediarios de la Unión Europea o Estados Unidos no están involucrados en las transacciones. La stablecoin es una herramienta que, entre otras cosas, podría resolver ciertos problemas asociados a las restricciones en las transferencias del sistema de pago SWIFT.
EAU Y LA INDIA DISCUTEN EL COMERCIO NO PETROLERO EN MONEDAS NACIONALES
Los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y la India están discutiendo formas de impulsar el comercio no petrolero en rupias y dirhams. Así lo informó el ministro de Comercio Exterior de los Emiratos Árabes Unidos, Thani Al Seyudi.
Considerando que uno de los actores involucrados es el tercer mayor productor de la OPEP, el dato tiene un impacto importante en lo que respecta a las acciones progresivas de los países para alejarse del dólar. Los EAU apoya desde hace tiempo la vinculación de la moneda al dólar, y la mayor parte del comercio en el Golfo se realiza en divisa estadounidense.
El comercio bilateral total entre EAU e India fue de más de 88 mil millones de dólares en 2022. El objetivo de ambos países con el acuerdo comercial es aumentar el comercio no petrolero al equivalente de 10 mil millones de dólares en rupias en los próximos cinco años.
Emiratos Árabes Unidos quiere aumentar su comercio con socios fundamentales y ya ha firmado varios pactos económicos con países como India, Indonesia, Türkiye, Israel y Reino Unido.
EL PETROYUAN A PUNTO DE NACER
China ha dado recientemente una serie de pasos que hablan de su determinación de romper con el orden mundial que asegura la hegemonía estadounidense. El presidente Xi Jinping ha aglutinado a los BRICS invitando a sus protegidos de Asia y América Latina y ha visitado a los monarcas del Golfo Pérsico.
El líder chino estuvo en Arabia Saudita del 7 al 9 de diciembre pasado, donde se reunió con seis monarquías del petróleo y el gas del Golfo Pérsico: Arabia Saudita, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Omán y Qatar. La reunión tuvo como objetivo iniciar la transición del comercio de petróleo al yuan.
El yuan se utilizará para impulsar el comercio de petróleo. Xi Jinping ha afirmado que China aumentará las importaciones de petróleo de Irán en los próximos tres a cinco años. Pero también trabajará en la cooperación energética integral con otros países de la región. Podría incluir inversiones en petroquímica, plásticos y prospecciones conjuntas en el Mar de China Meridional. Pekín planea pagar todo esto en yuanes en la Bolsa de Petróleo y Gas Natural de Shanghái (SOSGEX) ya en 2025.
BRICS RUMBO A LA CREACIÓN DE UNA MONEDA COMÚN
La agresiva política estadounidense en contra de Rusia en forma de bloqueo de las reservas de divisas ha obligado a otros países no solo a hablar de desdolarización y trazar diversas «hojas de ruta», sino a actuar de forma realista. Actualmente, el bloque económico BRICS estudia la creación de una cesta de divisas basada en los BRICS.
El presidente Vladímir Putin hizo el anuncio a finales de junio de 2022, y a finales de enero de 2023, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, informó que la idea será debatida en la cumbre que se llevará a cabo en agosto en Sudáfrica.
Creada en 2006 como una asociación de cuatro países, en 2010 BRICS aceptó a Sudáfrica como miembro, y en los últimos meses, seis países han solicitado o expresado su intención de unirse: Irán, Argentina, Egipto, Türkiye, Arabia Saudí y Argelia. Los BRICS conforman ahora casi la mitad de la población mundial, una cuarta parte del PIB mundial y la mitad del PIB del G7 si se cuenta en valor nominal. El rechazo al dólar de al menos algunos de estos países podría afectar sobre todo a Estados Unidos, que compra bienes en todo el mundo exclusivamente con su moneda.
El principal atractivo que tiene la propuesta que se hace desde los BRICS es la falta de dependencia hacia Estados Unidos y la UE. El uso de la economía como instrumento de presión política ha socavado la reputación de estos dos actores como socios fiables en el comercio internacional.
Una moneda de los países BRICS puede convertirse en el rival más probable del dólar en los próximos años, sin embargo, el proceso primero debe superar el hecho de que estos países todavía no constituyen una asociación integrada con estrechos vínculos económicos.
La introducción de una moneda colectiva de los BRICS depende en gran medida de la voluntad política y del acuerdo de los países integrantes para utilizar dicho mecanismo como parte de la aplicación de la política monetaria. Como instrumento de reserva o de pago en la actividad económica y comercial exterior es beneficioso para los propios países BRICS, ya que aumentaría la estabilidad de sus sistemas financieros y reforzaría sus soberanías.