Varios senadores estadounidenses reintrodujeron una legislación bipartidista que deroga las restricciones legales y otros estatutos que prohíben las transacciones y el comercio entre empresas estadounidenses y cubanas
Varios senadores estadounidenses reintrodujeron una legislación bipartidista que deroga las restricciones legales y otros estatutos que prohíben las transacciones y el comercio entre empresas estadounidenses y cubanas.
Según trascendió en el sitio web de Amy Klobuchar, esta propia senadora, junto a Jerry Moran, Chris Murphy, Roger Marshall y Elizabeth Warren presentaron la iniciativa, con el fin de crear «nuevas oportunidades económicas al impulsar las exportaciones y permitir a los cubanos un mayor acceso a los productos estadounidenses».
«He presionado durante mucho tiempo para reformar nuestra relación con Cuba, que durante décadas se ha definido por conflictos del pasado, en lugar de mirar hacia el futuro», dijo Klobuchar. Aseguró que «al poner fin al embargo comercial con Cuba de una vez por todas, nuestra legislación bipartidista pasará la página de la fallida política de aislamiento, mientras crea un nuevo mercado de exportación y genera oportunidades económicas para las empresas estadounidenses».
En este sentido, Murphy afirmó que esta legislación ampliará «las oportunidades para que las empresas y los agricultores estadounidenses comercien con Cuba» y sería «una solución inteligente que creará empleos estadounidenses y beneficiará al pueblo cubano».
Por otro lado, Warren subrayó que «ya es hora de que normalicemos las relaciones con Cuba», y precisó que la Ley de Libertad para Exportar a Cuba constituía un paso importante «para eliminar las barreras para el comercio y las relaciones de EE. UU. entre nuestros dos países, y nos mueve en la dirección correcta, al aumentar las oportunidades económicas para los estadounidenses y el pueblo cubano».
Con la llegada de la administración de Donald Trump se adoptaron 243 sanciones, que incluyen restricciones a quienes envían remesas a familias y negocios en Cuba; lo que no solo incrementó el cerco criminal y arcaico, sino que también revirtió los avances en el restablecimiento de las relaciones, alcanzados en el Gobierno de Barack Obama.
Al presentar el informe sobre el impacto del bloqueo a la Isla, el miembro del Buró Político y ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, denunció el pasado año que las pérdidas ascendieron a 3 806 millones de dólares, solo entre agosto de 2021 y febrero de 2022.