El presidente consideró que todavía hay «gente a la que no le gusta la democracia impregnada en el gobierno».
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva afirmó este lunes, cuando se cumplen sus primeros 100 días de gobierno, que «Brasil ha vuelto a tener futuro y eso es solo el comienzo».
En un discurso en el presidencial Palacio de Planalto, el mandatario echó mano varias veces del lema «Brasil ha vuelto», que viene usando desde que derrotó en octubre al ultraderechista Jair Bolsonaro, a quien criticó con firmeza.
«Brasil ha vuelto para cuidar, sobre todo, de los brasileños y brasileñas que más lo necesitan y que en los últimos años han sido la principal víctima de la ausencia de gobierno en este país», dijo en su intervención ante sus ministros para hacer un balance del inicio de su tercer mandato.
«Brasil ha vuelto para conciliar el crecimiento económico con la inclusión social, para reconstruir y salir adelante. Brasil ha vuelto a ser un país sin hambre otra vez», agregó
100 dias do governo @lulaoficial. Chega de violência e da cultura de ódio. O governo Lula vai trabalhar para trazer de volta a civilidade, o respeito e a alegria que sempre foram as marcas do nosso povo. #OBrasilVoltou pic.twitter.com/NIGdZA30UM
— Alexandre Padilha (@padilhando) April 10, 2023
l mandatario, que según una reciente encuesta es aprobado por un 38 % de los brasileños –una cifra superior a la que obtuvo Bolsonaro en su momento (32 %)–, centró parte de su discurso en el estado de la economía del gigante sudamericano, su principal motivo de preocupación después que en las últimas semanas aparecieran pronósticos de exiguo crecimiento para 2023 y una alta inflación.
«Quería decirles que mi optimismo no es exagerado. Si no creo en algo, no lo hago», sostuvo Lula, que días atrás dijo que, pese al pesimismo que reina en el mercado, el crecimiento de Brasil dará «un salto importante».
«Nadie cree en el gobierno que se despierta todos los días [y dice]: ‘Ay, el PIB no va a crecer, ay porque la economía no está muy bien, ay porque el FMI dijo tal cosa, ay porque el Banco Mundial dijo tal cosa’ (…). Mire, si vamos a gobernar pensando en eso, es mejor desistir», agregó.
«Están jugando con la gente pobre»
Como viene haciendo desde antes de asumir el mandato, Lula arremetió de nuevo contra la alta tasa de interés, actualmente en el 13,75 %, que según él y muchos economistas lastran la recuperación económica de Brasil.
Creo que el Banco Central «está jugando con el país, jugando sobre todo, con la gente pobre y, sobre todo, con los empresarios que quieren invertir. Solo no lo ve el que no quiere«, insistió.
El mandatario también dedicó unos palabras al evento que más marcó su inicio de mandato: los violentos ataques que el pasado 8 de enero perpetraron los bolsonaristas radicales contra las sedes de los poderes en Brasilia, a los que calificó de nuevo de «intento de golpe de Estado».
«Fue un gesto que creo que marcará nuestro mandato, porque no fue un gesto cualquiera. Ese [8 de enero] fue un intento de golpe de Estado realizado con la mayor desvergüenza por un grupo de reaccionarios, un grupo de fascistas, un grupo de ultraderecha que no quería salir del poder«, dijo.
Además, sostuvo que su gobierno «volverá a tratar a la gente con mucho respeto y así vale para todas las áreas». «Todavía hay mucha gente a la que no le gusta la democracia impregnada aquí», advirtió.
Propone consolidar las relaciones con China
El mandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó este lunes que buscará «consolidar» las relaciones con China y anunció que invitará a su presidente, Xi Jinping, para que visite el país próximamente.
Según afirmó el jefe de Estado en entrevista con el programa La Voz de Brasil, el objetivo de la invitación es mostrar al líder chino los proyectos brasileños que podrían contar con inversión proveniente del gigante asiático.
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«Vamos a consolidar nuestra relación con China. Voy a invitar a Xi Jinping a venir a Brasil, a conocer Brasil, a una reunión bilateral para mostrar los proyectos de interés», dijo el líder del Partido de los Trabajadores (PT).
Y continuó: «Lo que queremos es construir una sociedad con los chinos, asociarnos con los chinos, para que puedan invertir en cosas que aún no existen, nuevas carreteras, ferrocarril, hidroeléctrica, cualquier cosa que signifique algo nuevo para Brasil».
Además, el presidente dijo que quiere aumentar las exportaciones hacia ese destino. «Queremos mostrarles a los chinos que nosotros tenemos cosas para vender», expresó.
Lula da Silva emprenderá este martes una visita oficial a China, que comenzará en Shanghái para de allí continuar a Pekín, donde se reunirá el viernes con
su homólogo chino, en el contexto de la «reconstrucción» de la política externa del país. Además, procura «relanzar» las relaciones con el gigante asiático, anunció el Palacio de Planalto en una nota.
El mandatario brasileño también conversará con Xi Jinping sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania, y le propondrá promover un diálogo para restablecer la paz entre ambas naciones.
La agenda de la visita incluye encuentros oficiales, conversaciones bilaterales y la firma de cerca de 20 acuerdos con China, el mayor socio comercial de Brasil.
Según datos oficiales, en 2022 China importó más de 89.700 millones de dólares en productos brasileños, especialmente soja y minerales, y exportó casi 60.700 millones de dólares hacia ese mercado. El volumen comercializado entre ambos, de 150.400 millones de dólares, creció 21 veces desde la primera visita de Lula al país, en el 2004.