Sputnik
Washington no tiene entre sus prioridades una negociación para solucionar el conflicto en Ucrania escuchando a todas las partes, ya que su principal prioridad es seguir enviando armamento al Gobierno de Volodímir Zelenski, aseguró el portavoz de la Casa Blanca, Andrew Bates.
A días de que se realice en Vilna la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y se discuta el apoyo militar a Kiev, EEUU tiene claro que no cambiará su política exterior con respecto a Ucrania.
«Nuestro enfoque es continuar ayudando a Ucrania a tener éxito en el campo de batalla para que pueda negociar desde una posición de máxima fuerza, en sus propios términos y no en los de nadie más», declaró el funcionario estadounidense.
«Nuestra guía es: ‘nada sobre Ucrania sin Ucrania’. Nuestro objetivo principal es continuar suministrándoles (armas) a las autoridades ucranianas», reiteró Bates.
El portavoz de la Casa Blanca también confirmó que su país sigue analizando el envío de bombas de racimo al ejército ucraniano, algo que podría contribuir notablemente a una escalada de las tensiones, según advirtió Moscú.
«El jefe [del Estado Mayor Conjunto Mark] Milley indicó que está bajo consideración activa. No tengo ningún anuncio que hacer en este momento», comentó Bates.
El 1 de julio, el general Milley admitió que sí existe una posibilidad de que ese armamento, prohibido en un centenar de países por su alta letalidad, sea suministrado a Kiev, cuyas Fuerzas Armadas ya lo han utilizado anteriormente en el conflicto que mantienen con las tropas rusas, según denunciaron las autoridades del país euroasiático.
La postura de Washington no cambia a casi año y medio del inicio del conflicto ucraniano y coincide con el inicio de la próxima cumbre de la OTAN, donde algunos de los más importantes fabricantes de armas de Occidente se reunirían con los líderes de la Alianza para discutir sobre el incremento de la producción de armamento ante la escasez de varios arsenales europeos y la necesidad de Ucrania de seguir recibiendo armas.