Prensa Latina
Parte del campamento de refugiados de Jenin, en Cisjordania, continúa sin acceso al agua una semana después de la destrucción de la red de abastecimiento local por parte de los militares israelíes, denunció hoy una institución de la ONU.
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) destacó en un comunicado que en esa localidad viven 23 mil 600 personas, incluidos siete mil 150 menores de edad.
Al menos 40 familias, que comprenden 173 personas, siguen desplazadas internamente, alertó.
OCHA afirmó que debido a la falta de alternativas, algunos de los tres 500 desplazados durante la operación castrense regresaron y permanecen en sus viviendas inhabitables.
Destacó que durante los dos días del asalto militar murieron 12 palestinos, entre ellos cuatro menores de edad, y otros 143 resultaron heridos.
La destrucción de unos 3,9 kilómetros de carreteras por parte de las fuerzas israelíes en el campo de refugiados y sus alrededores dificulta el acceso de los vehículos, incluso a los servicios esenciales, lamentó.
El organismo señaló que la operación provocó daños significativos a las redes de agua y alcantarillado debido a la destrucción de al menos ocho kilómetros de tuberías.
Palestina critica respuesta internacional ante crímenes israelíes
Por su parte, el gobierno palestino criticó hoy las tímidas reacciones de la comunidad internacional ante la limpieza étnica que Israel ejecuta en la zona ocupada de Jerusalén Este.
El Ministerio de Relaciones Exteriores y Expatriados alertó en un comunicado que esa política refleja su incapacidad para proteger al pueblo palestino y brindarles justicia de conformidad con el derecho internacional.
Recordó que varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU reclaman el fin de la ocupación y el derecho de los palestinos a obtener sus justos y legítimos derechos nacionales.
La Cancillería denunció que la ofensiva israelí en la zona oriental de esa ciudad tiene como objetivo expulsar a los palestinos que allí viven para reemplazarlos por colonos judíos “de acuerdo con sus intereses coloniales”.
Ante esa situación llamó a aplicar medidas prácticas para obligar al estado ocupante a detener todas sus medidas unilaterales e ilegales.
Según medios de prensa palestinos, más de 200 mil colonos israelíes viven en Jerusalén Este, zona ocupada desde la guerra de 1967.