Fernando Bossi Rojas
El 19 de julio de 1979 las columnas del Frente Sandinista de Liberación Nacional entraron victoriosas a la Plaza de la República, en Managua, tras derrotar, en heroica gesta, a la dictadura de Anastasio Somoza Debayle.
El heredero del asesino de Sandino, “Tachito”, dos días antes había huido en compañía de altos mandos del ejército, algunos ministros y también sus familiares. La criminal Guardia Nacional, creada por su padre y los norteamericanos, quedaba derrotada y en manos del pueblo en armas.
En 1927, año en que Sandino se rebeló ante la entrega de conservadores y liberales frente a los invasores yanquis, el pueblo nicaragüense comenzó su lucha por la liberación nacional. Fueron décadas de resistencia contra los marines estadounidenses primero, y tras el asesinato de Sandino, contra la dictadura de la dinastía de los Somoza.
En 1961 se funda el FSLN y tras triunfos y derrotas parciales, el ejemplo de sacrificio y convicción de aquellos hombres y mujeres enrolados en las filas revolucionarias, fue ganando la simpatía de todo un pueblo.
Fueron miles de combatientes los que dieron su vida, en lucha desigual, contra la dictadura salvaje y pro yanqui de los Somoza y la oligarquía nicaragüense. Pero ese 19 de julio, los guerrilleros sandinistas coronaron sus esfuerzos y alcanzando la victoria popular.
Un pueblo festejó en las calles, y entre la sonrisa de miles de chavalos que se congregaban en la plaza, se divisaron también las sonrisas del legado histórico. Allí, entre el pueblo congregado, estaban también Sandino y Blanca, Benjamín Zeledón, Andrés Castro y Diriangén, Pedrón y Miguel Ángel Ortez, Juan Pablo Umanzor y Francisco Estrada, Rigoberto López Pérez y Ramón Raudales, Silvio Mayorga, Julio Buitrago, Germán Pomares, José Benito Escobar, Eduardo Contreras, Leonel Rugama, Camilo Ortega y Carlos Fonseca…
Una plaza llena de banderas rojinegras y también de banderas azul y blanca, porque como bien dijo el comandante Daniel Ortega: “Sandino levantó la Bandera Rojinegra, para defender la Bandera Azul y Blanco de la Patria. Y nosotros seguimos levantando la Bandera Rojinegra, para seguir defendiendo la Bandera Azul y Blanco de Nicaragua”.
Hoy nuevamente los enemigos históricos quieren agredir a Nicaragua, pero el sandinismo, una vez más, demostrará al mundo que la tierra de Sandino es libre, soberana y revolucionaria.