Mi General Omar Torrijos

“El que se dedica a redimir injusticias sociales tiene que pensarlo muy bien. Tiene que convencerse de que no va a morir de viejo en una cama. El general Torrijos sabe que va a morir violentamente, porque violenta es su vida, señores. Yo sé, y eso está previsto, y eso no me preocupa… Lo que me interesa es que el día que eso pase, recojan la bandera, le den un beso y sigan adelante”. Eso había dicho en una oportunidad Omar Torrijos, como adelantándose a los hechos. El 31 de julio de 1981 moría en un “accidente aéreo”. 

A nadie le caben dudas hoy, que ese “accidente aéreo” fue causado por agentes de la CIA. La lucha que había emprendido el General por incorporar el Canal a la soberanía panameña y la ayuda brindada a la insurgencia centroamericana, le habían ganado el odio de los imperialistas yanquis. Su profunda amistad con Fidel y con los líderes revolucionarios y nacionalistas del Tercer Mundo era motivo también para que el imperialismo decretara su sentencia de muerte. 

El Tratados Torrijos-Carter de 1977, permitió a Panamá recuperar la soberanía del Canal el 31 de diciembre de 1999, tras casi 100 años de pertenecer a Estados Unidos. Torrijos quería el Canal para el pueblo panameño, “al servicio de la economía de este Pueblo y no al servicio de unos pocos”, decía. Y agregaba: “si recuperamos muestro territorio denominado Zona del Canal y nos limitamos a cambiar los letreros que dicen ‘No trespassing’ y que indica el dominio norteamericano, por otros letreros que digan ‘no entre, perro bravo’, que indican el dominio de unos cuantos propietarios, estaríamos adulterando el verdadero concepto de liberación nacional”. 

Torrijos fue un militar patriota y latinoamericanista, antiimperialista por excelencia. Decía el General: “Nuestro objetivo fundamental es el desmantelamiento del campamento colonial que los norteamericanos tienen establecido en el corazón del territorio panameño”. Y este objetivo, en parte lo consiguió. El 1 de enero del 2000, como estipulaba los acuerdos Torrijos-Carter, las bases estadounidenses se desmantelaban y las tropas imperialistas abandonaban Panamá. Lamentablemente, por el accionar de los mismos que asesinaron al General, la oligarquía vernácula, políticos vendepatria y el Pentágono, la situación de Panamá como enclave colonial, vuelve a aparecer para sufrimiento de su heroico pueblo. 

Vaya este homenaje al General Torrijos en momentos en que el pueblo panameño lucha contra el gobierno neoliberal y entreguista. 

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