El senador demócrata Peter Welch afirmó que retirar a Cuba de la lista de patrocinadores del terrorismo es hoy una medida que Estados Unidos puede y debe tomar para recomponer su relación con la Isla.
El senador demócrata Peter Welch afirmó que retirar a Cuba de la lista de patrocinadores del terrorismo es hoy una medida que Estados Unidos puede y debe tomar para recomponer su relación con la Isla.
En su propuesta, el legislador advirtió que las políticas actualmente en vigor equivalen a poco más que una continuación de la agenda fracasada de la administración anterior. Esas políticas –subrayó– están contribuyendo, directa e indirectamente, a las penurias y la escasez en Cuba, lo que, a su juicio, fue un factor desencadenante del incremento del flujo migratorio de ciudadanos cubanos hacia Estados Unidos en 2022.
Welch se refirió también a los efectos que, en este escenario, han tenido los desastres naturales. Sin embargo, reconoció que los cubanos, «a pesar de todo, han perseverado, impulsados por su extraordinario ingenio, orgullo nacional y resistencia innata».
Pidió, además, junto a la eliminación de Cuba de la arbitraria lista de estados patrocinadores del terrorismo, «la renuncia a las sanciones extraterritoriales bajo el Título iii de la Ley Helms-Burton», que tipifican el bloqueo impuesto por la Casa Blanca a la nación antillana hace más de seis décadas, informó Prensa Latina.
El pedido se suma a los esfuerzos realizados por otros congresistas, por integrantes del capítulo de Nueva York de la Conferencia Nacional de Abogados Negros, por más de 30 ciudades de Estados Unidos que piden la eliminación del bloqueo, además de mandatarios y personalidades de otras partes del mundo.
La activista estadounidense Gail Walker, directora ejecutiva de la Fundación Interreligiosa por la Organización Comunitaria (IFICO)-Pastores por la Paz, y varias de sus compañeras, fueron detenidas recientemente por intentar reunirse con el senador Bob Menéndez para pedir la eliminación de esta política hostil.
Todos coinciden que dicha política punitiva crea escasez de alimentos y medicinas en medio de una crisis de salud global, genera severas restricciones financieras, limita las oportunidades comerciales, y evita que Cuba obtenga equipos y suministros médicos vitales.