Hubo presencia policial y nadie recibió la misiva pidiendo la liberación y no extradición a EE.UU. del periodista australiano.
Activistas del grupo «Libertad Assange Argentina» realizaron un evento frente a la embajada británica en Buenos Aires este sábado para entregar una carta al gobierno de Reino Unido solicitando la liberación y no extradición a EE.UU. de Julian Assange, aunque no hubo ningún representante que la recibiera.
Participaron del acto el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, representantes de los sindicatos SIPreBA y FATPREN, y organismos de derechos humanos. El edificio estaba rodeado de vallas y custodiado por algunos policías.
Todos los presentes reclamaron por el fundador de WikiLeaks, preso en la cárcel de Belmarsh en las afueras de Londres por revelar información confidencial que expuso crímenes de guerra y contra la humanidad cometidos por el gobierno estadounidense en Irak y Afganistán. Si es extraditado al territorio norteamericano, puede ser condenado a 175 años en caso de ser hallado culpable.
El acto frente a la embajada inauguró una serie de acciones en Argentina por la libertad del periodista australiano. El próximo 26 de agosto comenzará un ciclo de cine en el Centro Cultural Kirchner con películas que hablen del caso. También habrá una manifestación en Plaza de Mayo el Día D, sin fecha a confirmar, cuando la Alta Corte decida el destino de Assange.
El escrito
La carta dirigida a la embajadora británica, Kirsty Hayes, fue leída por Pérez Esquivel. «La libertad de prensa existe si no es obturada por la interferencia de los intereses empresariales y políticos desde los Estados. El ejercicio efectivo de ese derecho ha sido una larga batalla de los pueblos», comenzó el escrito, citando además el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos indicando que «todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión».
«En Argentina parecía difícil –si no imposible– que los crímenes cometidos por un Estado genocida pudieran ser juzgados, sin embargo, desde que la primera madre reclamó por su hijo desaparecido –y muchos seguimos ese camino de memoria, verdad y justicia sin claudicar–, aprendimos que no solo ganan los poderosos. Cientos y miles de acusados y condenados de terrorismo de Estado lo demuestran», indicó la misiva y remarcó que, por el contrario, EE.UU «no solo no juzgó a los responsables de los crímenes perpetrados por ellos, sino que persigue a Julian Assange por darlos a conocer, como si fuera un traidor norteamericano y no un periodista extranjero responsable».
«Por eso, venimos a pedir, coincidiendo con millones de voces en todo el mundo», que no se extradite y se libere al periodista «acusado y perseguido por publicar información verdadera de evidente interés público», agregó Perez Esquivel al leer el texto. «El Reino Unido tiene la posibilidad soberana de sentar un precedente internacional en la defensa de la Libertad de Prensa como un Derecho Humano fundamental», finalizó la carta, que incluyó la firma del exjuez Eugenio Zaffaroni, el analista político Atilio Boron y el periodista de PáginaI12 Santiago O´Donnell, entre otros.
Nadie en la recepción
Luego de la lectura, Pérez Esquivel y una representante de «Libertad Assange Argentina» pasaron las vallas que rodeaban la embajada acompañados por un policía y dejaron la carta debajo de la puerta del edificio, ante la ausencia de algún representante.
Al salir, Pérez Esquivel explicó a los medios presentes que conoció a Assange en la Embajada de Ecuador en Londres, cuando el australiano tenía asilo político. «Estuve hablando dos horas con él. Lo que se está cometiendo con este hombre es una injusticia enorme», afirmó. «Esto para callar a todos los medios de prensa que ponen al descubierto los crímenes cometidos por el gobierno de Estados Unidos. Nosotros pedimos a la justicia británica que no lo extraditen, porque eso es condenarlo a muerte», subrayó y agregó que el martes volverán al lugar para entregar en mano una copia del mismo escrito.
La docente e histórica dirigente sindical, Marta Maffei, fue otra de las presentes en el acto. En diálogo con PáginaI12 señaló que «la libertad de expresión es un derecho sustantivo, porque nuestros pueblos necesitan conocer la verdad». Y agregó que «no todos los periodistas son Julian Assange, no todos han dispuesto su vida para investigar seriamente qué es lo que está pasando y desnudar esa realidad. Esa es una contribución extraordinaria que nosotros no podemos dejar pasar». Por último dijo: «Esto es una referencia también para el resto de los medios de comunicación, de cómo es el poder y cómo se ejerce cuando alguien se anima a desafiarlo. Pero por suerte tenemos quienes nos animamos a hacer el desafío y pensar un país con derechos diferentes».
Maffei también expresó su enojo ante la ausencia del personal de la embajada: «Sabían que veníamos y que venía el Premio Nobel de la Paz. Esto es un desaire profundo y es una muestra significativa de cómo el Reino Unido, en alianza con los Estados Unidos, consideran nuestros derechos y cómo merecemos ser escuchados y respetados». «Me siento realmente avergonzada de lo que pasó acá. Si creen que vamos a dejar sometida nuestra esperanza, están completamente equivocados. Nosotros vamos a seguir», aseguró.