Las autoridades electorales suspendieron provisionalmente al Movimiento Semilla, pero al mismo tiempo oficializaron la sorpresiva victoria del líder, que acusa una persecución judicial orquestada por la Fiscalía.
El panorama quedó muy ensombrecido en Guatemala después de la sorpresiva victoria del progresista Bernardo Arévalo de León en segunda vuelta: las autoridades electorales suspendieron el lunes temporalmente a su formación, el Movimiento Semilla, pero poco después oficializaron al socialdemócrata de 64 años como vencedor de los comicios.
Una situación inédita que suma en la incertidumbre a Guatemala a cuatro meses de la toma de posesión, prevista para el 14 de enero, y que ha desatado el repudio internacional por la presunta trama orquestada por la Fiscalía, cuya cúpula está sancionada por corrupción por el Departamento de Estado de EE.UU.
Todo empezó cuando Semilla consiguió unos resultados sorprendentes en la primera vuelta de los comicios, el 25 de junio, con su ilusionante discurso de combate a la corrupción en un país severamente golpeado por esa lacra y por la persecución a quienes la denuncian.
Su pasaje a la segunda vuelta desató una cruzada de la Fiscalía para intentar inhabilitar a esta formación.
Poco después, el juez penal Fredy Orellana ordenó al Tribunal Supremo Electoral (TSE), a instancias del fiscal Rafael Curruchiche, su suspensión por el inicio de una investigación penal por supuestas anomalías, con firmas falsas, en los afiliados del partido cuando fue creado en 2017.
«Una orden judicial ilegal»
Curruchiche asegura haber identificado 18 fallecidos y más de 600 nombres inventados entre las 1.200 irregularidades halladas en la lista de afiliados. Ese supuesto fraude se habría hecho para alcanzar el número de ciudadanos adheridos que son necesarios para registrar el partido.
En ese momento, el Tribunal no acató la orden del juez porque no podía suspender un partido en medio de un proceso electoral.
Pero sí lo hizo este lunes, pese a que dicho proceso termina técnicamente el próximo 31 de octubre. Los magistrados deben reunirse en breve para decidir si revocan o vuelven definitiva la suspensión.
«La decisión de suspender la personalidad del partido está basada en una orden judicial ilegal», declaró el martes a la prensa el abogado del partido, Juan Guerrero.
A raíz de esa resolución, la junta directiva del Congreso de Guatemala desconoció a la bancada del Movimiento Semilla. En la sesión del miércoles, el Parlamento determinó que ya no es un bloque legislativo y sus cinco diputados, incluyendo a Arévalo, fueron declarados como independientes.
Declararse «legalmente nulo»
A todo ello se sumó la ex primera dama Sandra Torres, rival de Arévalo en el balotaje y quien todavía no ha reconocido su derrota, pese a que fue por casi 900.000 votos. Torres está considerada cercana al oficialismo y a la élite empresarial aliada del gobierno.
El partido de Torres, Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), denunció irregularidades en un comunicado y pidió que se declare «nulo» el proceso electoral.
«Existe una gran cantidad de hallazgos que demuestran y documentan irregularidades en el proceso de elecciones, tanto del 25 de junio como del 20 de agosto, cuando tuvo lugar la segunda vuelta electoral», señala el documento.
Pero el presidente del país centroamericano, Alejandro Giammattei, dijo el martes en un mensaje a la nación que su gobierno iniciará una «transición ordenada, transparente y eficiente».
«Socavar la democracia»
Arévalo, quien deberá convertirse en el primer presidente progresista de Guatemala en 70 años, anunció que emprenderá acciones legales, entre ellas un recurso de nulidad contra la medida, que considera parte de la «persecución judicial encabezada por la Fiscalía» y que es, a su juicio, un «golpe de Estado técnico».
Su denuncia recibió el espaldarazo de parte de la comunidad internacional.
El martes, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, rechazó en un comunicado los «esfuerzos inaceptables» de la Fiscalía guatemalteca por suspender a Semilla, al tiempo que expresó su preocupación ante medidas que buscan «socavar la democracia» del país centroamericano.
Por su parte, el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, expresó su preocupación «por los persistentes intentos de socavar los resultados electorales mediante acciones jurídicas».
La Organización de Estados Americanos (OEA) dijo que la suspensión del partido se da «sin fundamento alguno ni motivo debidamente demostrado».
La elección de este año es considerada una de las más polémicas de la historia reciente por la intromisión de la Fiscalía y los tribunales inhabilitando candidatos y actuando contra ciertos partidos.
Manifestaciones callejeras piden la renuncia de la fiscal general, Consuelo Porras, también en la mira de Washington por perseguir a periodistas, exfiscales y exjueces que investigaron casos de corrupción, muchos de ellos ahora en prisión o en el exilio.