Prensa Latina
Europa, para nada Estados Unidos, parece poner las manos sobre el fuego de una confrontación regional, en lugar de apreciar la necesidad de buscar un esquema para consagrar la paz.
El reconocimiento por Occidente de un hecho ya existente en el conflicto ucraniano, es decir, la posibilidad de Kiev de usar armamentos donados contra territorio ruso, pareció dar un nuevo matiz a la escalada de esa confrontación.
A ello se une ahora la propuesta de Francia de crear una coalición para enviar instructores militares directo a Ucrania, lo cual aumentaría la posibilidad de un choque directo con tropas rusas, aunque ello ya ocurrió en menor grado hasta este momento.
Para el experto militar Alexander Bartosh, ello puede llevar, incluso, a un pretexto de estados europeos, los encargados de enviar instructores, a apelar al quinto artículo de defensa colectiva de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
De acuerdo con el analista y senador ruso Andrei Klimov, todo ello ocurre en plena campaña para las elecciones del Parlamento Europeo, donde la ultraderecha en varios países de la región acumula un apoyo preocupante en las intenciones de voto el próximo 9 de junio.
Al mismo tiempo, la Conferencia Internacional organizada por Suiza en este verano para analizar una supuesta iniciativa de paz, aunque más bien pretende llevar a un paredón a Rusia, parece destinada al fracaso, cuando esta recoge menos de la mitad del quórum deseado.
Incluso para quienes participan en ese foro, como el caso de la India, en realidad demuestran que su objetivo para nada es escuchar lecciones morales del presidente Vladimir Zelensky y sus mentores, sino llevar allí la posición de una mayoría en el orbe.
La revista germana Focus advierte a los políticos europeos sobre la necesidad de evitar la ayuda bélica directamente en suelo de Ucrania, pues con ello “impulsan a sus pueblos al fuego de la tercera guerra mundial”.
Pero la presencia de los uniformados europeos en Ucrania, significará que esos oficiales asumirán la responsabilidad de tareas cruciales y de esa forma se convertirán en una parte de la guerra y con ello, en objetivos de las fuerzas armadas rusas, señala Focus.
De acuerdo con el diario Izvestia, existe un peligro para Occidente de pasar de una guerra híbrida a una real, sobre todo porque en las amenazas a Rusia están implicadas tres potencias nucleares: Francia, Reino Unido y Estados Unidos, que parecieron olvidar esa condición.
Así, todo ello constituye una seria escalada en este conflicto. Sobre todo, por la subida de tono en la discusión en torno a los golpes con armamentos occidentales de largo alcance en la profundidad del territorio ruso, estimó el politólogo Vladimir Kornilov.
Armas como los sistemas Atacms, Scalp o Storm Shadow necesitan de una ubicación y guiado de la OTAN mediante sistemas de inteligencia espacial, pues las fuerzas armadas ucranianas carecen de esa tecnología, destaca por su lado la publicación digital Vzgliad.
Con la referida autorización para el empleo de las armas de largo alcance, se le deja a Rusia pocas opciones, aunque en su momento sorprendió en 2014, al hacerse con el control de Crimea y aplicar duras contramedidas contra la UE en ese mismo año.
Desde Moscú, el jefe del comité de Defensa de la Duma (cámara baja rusa), Andrei Kortapolov, estimó que si Estados Unidos lleva con ella a Europa a un incremento del grado de la escalada, ambos pueden recibir una respuesta simétrica sensible del gigante euroasiático.
Medios de prensa locales consideran que Estados Unidos lejos, pero Europa cerca, podría estar en peligro de convertirse en blanco directo de la inducida respuesta de Rusia a ataques premeditados a la profundidad de su territorio. Una opción que nadie desearía ver.