El grave revés sufrido por la “oposición” con su manipulada actividad de la semana pasada, no solo dejó en ridículo a sus instigadores, sino que de paso terminó por desaparecer a las cada vez más decaídas y anémicas “protestas” que se venían realizando, con más pena que gloria, frente a las instalaciones del Consejo Supremo Electoral (CSE).
Este final era algo que ya se esperaba y además se percibía como la esperada “muerte anunciada” de un remedo de “marchas”, en las que lejanamente se alcanzaba a escuchar consignas alusivas a pedimentos caprichosos y faltos de consistencia de quienes hacen llamarse “líderes de los partidos políticos de derecha” y sus solícitos aliados de la “sociedad civil” que incluye a las ONG opositoras.
El miércoles 28 de octubre, un día después del fracaso de la tan anunciada marcha electorera convocada por la derecha nicaragüense, algunos ilusos pensaron que ante la valoración de “exitosa” otorgada a dicha actividad por sus organizadores, el “miércoles de protesta” iba a cerrar con “broche de oro”, pero se llevaron un fiasco rotundo.
El gran desengaño
Resulta que a la escaramuza callejera del miércoles pasado no llegaron ni veinte personas, y quienes dirigen esos conatos de protestas lo justificaron con la “marcha” del día anterior, pero la verdad es que la caminata contra el Canal, que al final se convirtió en un acto electorero contra el Gobierno, terminó el bloqueo de calles producido por la intransigencia de grupitos de resentidos.
Este desengaño definitivo sufrido por la derecha en el país, sumado a todos su demás fracasos relacionados con la falta de poder de convocatoria y de credibilidad, más los pleitos internos avivados por los intereses personales y el “figureo” de los mandamás de esos grupos, son las tendencias claras a seguir por la “oposición” en el proceso electoral que se avecina.
Cabe señalar que la mencionada “marcha contra el Canal” estuvo arreglada por los mismos partidos políticos de derecha y movimientos de la “sociedad civil”, acuerpados por sus ampliamente conocidos medios de comunicación, que promueven los disturbios contra el Gobierno, incluyendo los “miércoles de protestas”, por lo que fácilmente se avizora cuál será el futuro de ellos en las elecciones del próximo año.