HispanTV
El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, admite públicamente que su país intentó, sin éxito, al menos en los últimos 20 años, derrocar el Gobierno iraní.
“Creo que, si nos fijamos en los últimos 20 años, nuestros experimentos de cambio de régimen no han sido precisamente exitosos”, dijo el miércoles el jefe de la Diplomacia estadounidense mientras asistía a una sesión de debate en el Consejo de Relaciones Exteriores en Nueva York.
Atribuyó dicho fracaso, en primer lugar y, sobre todo, a la inexistencia de relaciones diplomáticas entre Washington y Teherán desde abril de 1980, cuando el entonces presidente Jimmy Carter cortó los lazos con Irán tras la toma de la embajada estadounidense en Irán en noviembre de 1979 por un grupo de estudiantes revolucionarios.
Documentos —medio destruidos— encontrados en la legación estadounidense mostraron que EE.UU. aprovechó la sede diplomática para labores de espionaje y acciones destructivas contra el país persa.
Aunque Blinken admitió que su país había intentado respaldar a lo que llamó la oposición iraní, dijo que es complicado dirigir y coordinar un plan de derrocamiento efectivo desde fuera.
“Lo que hemos intentado hacer en diferentes momentos, […] es capacitar a la gente del interior de Irán que quería un futuro diferente para el país. […] Sin embargo, sería yo el primero en reconocer que es difícil hacerlo desde el exterior”, manifestó.
A pesar de que Blinken afirmó que sucesivas administraciones estadounidenses intentaron cambiar el sistema político de Irán durante las últimas dos décadas, las autoridades iraníes aseguran que durante los últimos 45 años desde la victoria de la Revolución Islámica (1979), la Casa Blanca siempre ha tenido la intención de derrocar la República Islámica.
Conforme a los responsables iraníes, la guerra impuesta por Irak a Irán (1980-88), las sanciones económicas impuestas al país, la guerra híbrida, y los disturbios internos apoyados desde el exterior ocurridos a finales de 2022 y principios de 2023, so pretexto de defender a las mujeres iraníes, todos fueron complots urdidos por Washington para derrocar el Sistema de la República Islámica.
Sin embargo, todos estos planes no llevaron a ninguna parte debido al apoyo de la nación a la Revolución Islámica.