La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y el fiscal general, Alejandro Gertz Manero, destacaron ayer jueves la importancia del informe oficial en el que, por primera vez, EE.UU. admitió el masivo tráfico ilegal de armas que terminan en manos de los cárteles.
«Ya están reconociendo lo que aquí decimos desde hace mucho tiempo (…) 75 % de las armas que se incautan provienen de EE.UU. y hoy lo reconoce el Departamento de Justicia», afirmó la mandataria en una rueda de prensa en la que se refirió a un reporte publicado la víspera.
También recordó que el tráfico de armas es un reclamo que México ha abordado en los diálogos de alto nivel entre ambos gobiernos.
«Cuando entre el presidente (Donald) Trump, nuestro objetivo es seguir teniendo estas reuniones. Así como a ellos les preocupa la entrada de estupefacientes a EE.UU. desde territorio mexicano, a nosotros nos preocupa la entrada de armas de EE.UU. a México, porque una buena parte del consumo está en EE.UU. y la violencia, la pérdida de vidas (por violencia armada), está en México», advirtió.
Deficiencias de EE.UU.
Gertz Manero, por su parte, explicó que los datos son «verdaderamente muy graves» porque la fuerza de los cárteles radica precisamente en su armamento. «Eso lo sufrimos a diario, los esfuerzos que tienen que hacer las Fuerzas Armadas para contener la letalidad (…) son de calibre 50 para arriba y con una capacidad de fuego que no se había visto nunca», señaló.
El reporte, agregó, ratifica lo que ha padecido México por culpa de la abundancia de armas estadounidenses, además de que hay que tomar en cuenta las «cifras negras» que no son incorporadas en los datos oficiales debido a las deficiencias del Gobierno de EE.UU. para seguir e informar sobre la trazabilidad desde la producción hasta la distribución de pistolas y fusiles, entre otros.
«¿Cómo es posible que una producción de armamento, que es una producción industrial donde se lleva un catálogo clarísimo de cómo se formulan todas las armas, cómo se establece la cadena de producción y luego cómo se comercializa (…) se encuentra con un tope dentro del sistema norteamericano?», cuestionó al revelar la falta de cooperación de ese país.
«Los sistemas de control que ellos tienen son de un atraso tal, que la información que pedimos puede tardar meses en llegar. Es toda una especie de conspiración para que puedan penetrar en México esa cantidad de armamento, este es un asunto realmente muy grave», aseguró.
El fiscal precisó que, cada vez que México decomisa un arma y descubre, a través de las numeraciones internas, que provenía de EE.UU., pasa la información a las autoridades de ese país, pero no recibe respuestas satisfactorias.