* Hoy más que nunca, la ruta interoceánica por nuestro país adquiere vigencia -y urgencia- ante la decisión del gobierno norteamericano de recuperar por cualquier vía, incluso la armada, el control de la gran obra panameña.
La decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de arrebatar el canal de Panamá a los panameños y manejarlo a su gusto y antojo a fin de dañar los intereses de países a los que -como China y Rusia- considera enemigos, ha revivido en algunas salas de redacción del mundo la posibilidad de que surja un canal alterno en Nicaragua, tal y como lo ha venido planteando el gobierno sandinista
“La mayor obra de ingeniería de la historia: el proyecto del canal interoceánico de Nicaragua”, es el título que el diario español elEconomista.es, puso a un trabajo sobre la siempre vigente idea de construir una vía interoceánica acuática por Nicaragua que complemente la existente en Panamá, que se ha visto en serios problemas por falta de caudal, y últimamente por las amenazas reales de Trump.
“El comercio internacional se está adentrando en aguas turbulentas. El auge de los conflictos geopolíticos, la moderna ‘piratería del siglo XXI’ y el cambio climático están presionando algunas de las principales arterias comerciales del mundo. Un buen ejemplo es lo que está sucediendo en el Canal de Panamá, donde las sequías están erosionando la capacidad de esta vía marítima para ‘transportar’ en sus aguas a los grandes buques mercantes que intentan pasar de un océano a otro”, señala el diario español.
Indican que, debido a lo anterior, “parece idóneo buscar alternativas” y recuerdan que “China pudo tener la solución: un proyecto que fue revelado en 2012 y que podría haber sido parte de la solución. Pekín quiso construir en Nicaragua la que habría sido la mayor obra de ingeniería de la historia: un canal interoceánico con un tamaño que supera en tres veces al Canal de Panamá”.
Según elEconomista.es, la idea de construir un canal por Nicaragua es una idea muy vieja. “La zona en la que se quiere construir se presta a dicho tipo de obra. La idea de la construcción del canal aprovechando el curso del río San Juan viene de muy lejos. Algunas fuentes sostienen que las primeras proposiciones se realizaron en la época colonial española, aprovechando que este río nace en el lago y desemboca en el Caribe. Ya en 1551 la administración Colonial de Nueva España realizó estudios preliminares, bajo la supervisión de un explorador español llamado Gormara.
“La idea se abandonó durante más de dos siglos, hasta que en 1781 la idea fue recuperada por la corona española, que volvió a encargar nuevos estudios de viabilidad. La construcción nunca pudo llevarse a cabo, porque nunca pudo asegurar la financiación necesaria.
“En 1825, la recién creada República Federal de Centroamérica había contratado topógrafos para estudiar una ruta a través del lago de Nicaragua. También contactaron con el Gobierno de Estados Unidos, para buscar financiación, además de la tecnología necesaria para llevar a cabo la obra, que podría beneficiar a ambas naciones. Pero Estados Unidos no dio el visto bueno.
“Durante los siguientes 100 años, Estados Unidos estuvo de una u otra forma tratando de llevar a cabo el proyecto, con mayor o menor interés a lo largo del tiempo, hasta que descartó finalmente la idea poco después de la apertura del Canal de Panamá. También Francia puso un ojo sobre el proyecto, y hasta el mismísimo Napoleón III llegó a escribir un artículo sobre su viabilidad a mediados del siglo XIX”.
En diciembre de 2021, el presidente Daniel Ortega afirmó que en Nicaragua hay «proyectos que están vivos, con una gran empresa de la República Popular China, el proyecto del gran canal, todos ustedes lo recuerdan».
De acuerdo con el diario español, “los analistas y algunos funcionarios chinos aseguran que el proyecto no está muerto, que esta gran obra podría dar comienzo en cualquiera de los muchos viajes que realizan delegaciones chinas al país americano para cerrar otras inversiones”.
“En los últimos meses, en medio de las tensiones comerciales y los problemas del Canal de Panamá, esta obra faraónica ha vuelto a ser el centro de los focos e incluso se ha asegurado que Rusia apoyaría también, no se sabe de qué forma, su construcción. Los investigadores de la Fundación Jamestown, un grupo expertos formado por una fundación de análisis geopolítico y económico con sede en Washington, creen que la reactivación de este canal podría tener lugar en los próximos años, sobre todo después de que Nicaragua rompiese sus relaciones diplomáticas con Taiwán, un territorio que China considera como suyo”, agrega elEconomista.es
El nuevo proyecto presentado por el comandante Daniel Ortega incluye un nuevo recorrido, cruzando el Lago de Managua en lugar del Gran Lago. La nueva ruta partiría de un puerto que se construiría en Bluefields, la principal ciudad de la Región Autónoma del Caribe Sur, pasaría por la parte norte de Nicaragua y saldría por el puerto Corinto, en el Pacífico. Daniel insistió en que el Canal de Panamá está al límite de su capacidad, que es necesario encontrar una alternativa, y que Nicaragua es esa alternativa.
Con el asedio actual del gobierno de Donald Trump al canal panameño, la vía interoceánica por Nicaragua cobra renovada vigencia e incluso urgencia.