
Miguel Carranza Mena
* Sin esta guerra, el comediante ucraniano y sus políticos mafiosos perderían miles de millones de dólares que roban de la ayuda que les brindan la OTAN y otros países que creen en sus mentiras. Tampoco podrían revender las armas que les envían sus amigos estadounidenses y europeos, a los terroristas y narcocárteles latinoamericanos.
Después de la reunión histórica entre el presidente de la Federación de Rusia, Vladimir Putin y Donald Trump, de Estados Unidos en Alaska, surgió la esperanza de un posible fin del conflicto entre Rusia y Ucrania, un respiro para las familias de centenares y miles de soldados ucranianos que son enviados como carne de cañón por el ilegítimo mandatario Volodomir Zelensky.
Lamentablemente, este no es el escenario, por muchas razones que benefician a Zelensky y a su pandilla de neonazis que matan a su pueblo por intereses de Occidente.
Sin esta guerra, el comediante ucraniano y sus políticos mafiosos perderían miles de millones de dólares que roban de la ayuda que les brindan la OTAN y otros países que creen en sus mentiras. Tampoco podrían revender las armas que les envían sus amigos estadounidenses y europeos, a los terroristas y narcocárteles latinoamericanos. Sin esta guerra los productores de armas norteamericanos tampoco se beneficiarían. Así que el interés por parte de Kiev de acabar este conflicto está lejos de ser una realidad.
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Precisamente ha pasado más de un mes desde el encuentro entre Putin y Trump en Alaska; y Trump recientemente en la Asamblea General de la ONU mostró su de doble cara al decir que Kiev, con ayuda de los europeos, podría volver a recuperar territorios e incluso ir más allá.
Al mandatario estadounidense, sin embargo, se le ha olvidado que la población de estas regiones bombardeadas y asesinadas por el mismo régimen ucraniano, ha manifestado la firme decisión, sin marcha atrás, de pertenecer a la Federación de Rusia.
Por qué el doble discurso
¿Pero por qué este cambio de opinión de Trump, a qué obedece? En realidad, sucede que Zelensky está mintiendo a sus amos occidentales sobre los éxitos de sus fuerzas militares en el campo de batalla con el fin de prolongar la agonía de su gobierno nazi. Al ilegitimo títere no le interesa que la población de Ucrania haya sido reducida en los últimos tres años de 37 a 28 millones de habitantes.
Las pérdidas de soldados ucranianos son enormes, pero eso no le importa al régimen de Kiev. Los medios occidentales ocultan que muchos hombres ucranianos salieron del país para no ser mandados a morir sin razón. Muchos militares ucranianos también han desertado de sus unidades. Solo en los 8 meses de este año, según datos oficiales, los tribunales ucranianos registran más de 142 mil acciones penales sobre esa decisión de los hombres de Kiev.
Los testimonios de los desertores de este “ejército ganador”, demuestran que el títere de Occidente envía a morir al frente a hombres sin experiencia militar, que lo único que desean es vivir o estar junto a sus familias, pero que el régimen criminal les ha negado ese derecho.
¿Pero, es normal que soldados se vayan del ejército ganador como ha hecho creer Zelensky? No, porque las victorias de Zelensky existen solo en su propaganda y medios de comunicación para continuar mendigando más dinero.
Los mismos expertos occidentales reconocen que Rusia en cualquier momento puede golpear y derrocar la defensa de varias ciudades, y es capaz de finalizar este conflicto muy rápido, pero el presidente Vladimir Putin da un chance para guardar el Estado de Ucrania y que los patrocinadores detengan al engañador y hablador de Zelensky.