Al cierre de esta edición, seis estados votaban en el último supermartes de internas, incluyendo California, el que más delegados lleva a las convenciones partidarias. Bernie Sanders criticó las cadenas de televisión.
Hillary Clinton fue proclamada por los principales medios de Estados Unidos como la candidata presidencial demócrata. Al cierre de esta edición, sin embargo, seis estados votaban en el último supermartes de internas. Si la ex secretaria de Estado se impone finalmente ante el senador socialista Bernie Sanders, será ungida como la primera mujer de la historia con chances reales de ganar la Casa Blanca. Cerca del fin de una temporada de primarias marcada por el descontento con la clase política tradicional, los medios afirmaron que Clinton había alcanzado la cifra de delegados necesaria para enfrentar al republicano Donald Trump en las elecciones de noviembre. El anuncio generó el inmediato rechazo de la campaña de Sanders, su único rival, y suspicacias entre medios y referentes sociales, que cuestionaron que la nominación demócrata se definiera por la decisión de algunas decenas de superdelegados y no por el resultado de las primarias de ayer.
Según la cadena de noticias CNN, luego de una reñida interna contra el senador socialista, Clinton sumó 2384 delegados y superdelegados, uno más de los que necesita para ser proclamada candidata en la Convención Nacional que el Partido Demócrata celebrará el mes que viene en Filadelfia, de los cuales 572 son superdelegados.
Estos superdelegados, como se les conoce, son líderes distinguidos y miembros de la cúpula del partido, ex presidentes y vicepresidentes, gobernadores, senadores y congresistas en funciones, que pese a no haber sido votados en las primarias, pueden votar en la Convención y elegir al candidato presidencial.
Decenas de superdelegados, es decir miembros del partido que votan en la convención sin haber sido electos en las primarias, comprometieron su apoyo a la ex senadora, de 68 años, en las últimas horas, permitiéndole alcanzar el “número mágico” requerido para garantizarse la nominación, explicó CNN. Sanders, que hasta ahora logró 1521 delegados en las urnas y caucus (asambleas populares) –unos 300 menos que Clinton–, sólo consiguió el apoyo de 47 superdelegados.
Desde el sector que acompaña al senador por Vermont salieron a cruzar a la cadena de televisión. El vocero de Sanders, Michael Briggs, consideró que era desafortunado que los medios, “en una sentencia prematura, ignoren la clara consigna del Comité Nacional Demócrata de que está mal contar los votos de los superdelegados antes de que voten en la convención”. El famoso director de documentales Michael Moore, en tanto, también repudió el anuncio mediático. “¡Buenos días californianos! Vuelvan a la cama. No es necesario que voten hoy. Ya declararon un ganador. Prefieren que se queden en sus casas”, escribió en su cuenta de Twitter.
Moore se refirió a los millones de estadounidenses, particularmente los del estado de California, que ayer debían elegir a sus favoritos para convertirse en los candidatos presidenciales de los dos principales partidos del país, el demócrata y el republicano. Mientras Trump ya se garantizó su victoria y compite solo, Clinton y Sanders aún hacían campaña para sumar delegados y disputarse la nominación presidencial demócrata en la Convención de Filadelfia, Pensilvania.
La ex secretaria de Estado estaba anteayer a 26 delegados de alcanzar la mayoría necesaria para imponerse en la Convención –gracias al apoyo mayoritario de los más de 700 superdelegados– y todo indicaba que ayer los obtendría sin problemas en las urnas en los estados de California, Nueva Jersey, Dakota del Sur, Dakota del Norte, Montana y Nuevo México.
Ante la lluvia de críticas, la campaña de Clinton evitó celebrar el anuncio de los medios, pese a que se trata de la primera gran victoria en su camino a la Casa Blanca y que la convierte en la primera mujer que es candidata a presidenta por alguno de los dos grandes partidos del país. “Estamos halagados AP, pero tenemos varias primarias que ganar”, escribió la propia Clinton en su cuenta de Twitter, en alusión a la agencia de noticias estadounidense The Associated Press, la primera en dar la noticia de que la dirigente había alcanzado el “número mágico”.
Su jefe de campaña, Robby Mook, coincidió en un comunicado en que “todavía quedan seis estados por votar” y destacó que “Hillary Clinton trabaja para ganarse cada voto. Esperamos al martes por la noche, cuando lograremos no sólo ganar el voto popular, sino también la mayoría de los delegados”, dijo.
Desde el diario The New York Times, una columna de opinión también destacó que la campaña de Clinton no quería anunciar su victoria en las primarias demócratas con el apoyo de nuevos superdelegados, especialmente cuando tenía asegurado al menos un triunfo en las urnas en Nueva Jersey, un estado que otorga 126 delegados, según los últimos sondeos.
“Este anuncio puede alimentar la percepción de que la carrera demócrata estuvo arreglada o, al menos, determinada por las élites del partido y no por los votantes”, sostuvo una columna de opinión de ese diario. Pese a que pocos dudan ya que Clinton es la favorita y que ganará la nominación presidencial del oficialismo, la ex secretaria de Estado aún debe enfrentar una alta impopularidad, casi tan alta como la que pesa sobre el candidato republicano, el magnate inmobiliario Trump. Según diferentes encuestas, más del 50 por ciento de los estadounidenses ven a la ex senadora y ex primera dama como un miembro del 1 por ciento más rico y elitista del país, alejado de los problemas de la clase trabajadora.