«Y va a caer, y va a caer, esa Asamblea va a caer», es la consigna que corea el chavismo cuando sus marchas pasan cerca del Parlamento, ahora controlado por mayoría opositora. Pero, ¿hay alguna vía para que se disuelva antes de las próximas elecciones de diputados?
El numeral 21 del artículo 236 de la Carta Marga faculta al presidente de la República para «disolver la Asamblea Nacional». El abogado constitucionalista Hermann Escarrá ha explicado que el mandatario puede disolver el Parlamento en un período de 60 días, vía Consejo de Ministros, y convocar nuevamente a elecciones legislativas.
Esa es una iniciativa particular que no fue consultada
Según esa posibilidad, el presidente puede aprobar un artículo único que reduzca a 60 días el período constitucional y convocar a los comicios.
Este martes, el exgobernador de Aragua, Didalco Bolívar, introdujo un recurso ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para solicitar la disolución del Parlamento, conformado con mayoría de diputados de derecha, por usurpación de funciones, violaciones a la Constitución y traición a la Patria.
«Estamos considerando invocar la disolución de la Asamblea Nacional y convocamos a nuevas elecciones», dijo Bolívar, según refiere el diario El Impulso.
El escenario, sin embargo, no ha sido planteado por el buró de Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que aglutina la principal fuerza política del chavismo.
El vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello, dijo en exclusiva a RT que si bien el mecanismo de disolución del Parlamento está claramente establecido en la Constitución, no es un escenario que esté planteado hasta ahora para ellos.
«Esa es una iniciativa particular que no fue consultada», aseveró.
La solicitud fue esbozada por Bolívar, quien forma parte de Podemos, una de las toldas pequeñas que integran el bloque denominado Gran Polo Patriótico (GPP), aliado del gobierno. Sin embargo, ese paso solamente constituye una medida de «evaluación» ante el máximo tribunal.
Esta movida ocurre mientras la oposición venezolana continúa el proceso de validación de firmas para convocar a un referendo constitucional que tiene los lapsos en contra, de acuerdo a los establecido en la Constitución, y que ya tiene la mácula de irregularidades como la rúbrica de personas fallecidas, refiere El Nacional.
Nazareth Balbas