El hombre que lideró la campaña a favor del Brexit sorprendió a todos al no presentarse a las primarias del Partido Conservador. Su retirada coincidió con una filtración de un correo de la mujer del ministro de Justicia, quien sí se candidatea.
En un giro inesperado en la interna por el liderazgo para suceder a David Cameron, el ex alcalde de Londres, el excéntrico Boris Johnson, descartó ayer su candidatura por no creer contar con el apoyo suficiente de los miembros del Parlamento. Paralelamente, su aliado Michael Gove, actual ministro de Justicia, anunció su intención de aspirar a liderar el Partido Conservador, al igual que su par de Interior, Theresa May.
Johnson, el hombre que lideró la campaña victoriosa para sacar al Reino Unido de la Unión Europea, anunció que no será candidato en las primarias conservadoras, unos minutos antes de que se cerrara el plazo, a mediodía. Lo hizo en un discurso en el que empezó parafraseando a Bruto, hijo y asesino del emperador romano Julio César, según la versión de los hechos de la obra de William Shakespeare.
Johnson, quien 24 horas antes era el favorito, ahora debe hacer frente a un golpe potencialmente fatal a sus ambiciones políticas. Su discurso de campaña en el hotel de lujo de St Ermin en Westminster se convirtió en un anuncio de su retirada de la carrera: “Esta es la agenda para el próximo Primer Ministro de este país. Pero debo decirles amigos, a ustedes que han esperado fielmente el final de este discurso, que habiendo consultado a colegas y en vista de las circunstancias en el Parlamento, he llegado a la conclusión de que la persona no puedo ser yo”. En la sala del hotel se escucharon gritos de sorpresa. Y el ex alcalde dijo que iba a apoyar al próximo líder conservador.
Johnson se distingue por sus comentarios políticamente incorrectos. Una vez asoció Papúa Nueva Guinea con “orgías, canibalismo y matanzas de líderes tribales”. También describió la ciudad inglesa de Portsmouth como “demasiado llena de drogas, mediocridad y parlamentarios laboristas”.
El anuncio de Johnson se produjo horas después de que se conociera una supuesta filtración de un correo electrónico de Sara Vine, esposa de Gove y columnista del Daily Mail, cuestionando la capacidad del ex alcalde para ser primer ministro. El correo de Vine, que iba dirigido a sus jefes Rupert Murdoch y Paul Dacre, compartía las preocupaciones sobre la popularidad de Johnson entre los miembros de su partido y dejaba entrever además las intenciones políticas de su marido.
Casualmente, ayer a la mañana, en un comunicado dado a conocer justo antes de que Gove y May anunciaran formalmente su candidatura, el secretario de Justicia que hizo campaña a favor del Brexit, puso en marcha una oferta inesperada para dirigir el Partido Conservador diciendo que no creía que el ex alcalde estuviera preparado para realizar el trabajo que hay por delante.
Gove, quien había anunciado recientemente su intención de apoyar Johnson y que en repetidas ocasiones sostuvo que no quería ser primer ministro, aclaró que los últimos acontecimientos desde el jueves pasado habían pesado mucho sobre él. “He dicho repetidamente que no quería ser primer ministro. Esa fue siempre mi opinión, explicó Gove en un comunicado. “El resultado del referéndum sobre la UE ha mostrado al pueblo británico que quiere y necesita un nuevo enfoque para gobernar este país”, expresó (ver aparte).
La salida de Johnson deja ahora a May, a quien se conoce como la “nueva Margaret Thatcher”, como la favorita para ganar la carrera en la sucesión de Cameron. May fue la primera en realizar el anuncio ayer, basando su discurso en la necesidad de unir al país y negociar el mejor acuerdo posible para el Reino Unido luego del Brexit.
El magnate húngaro, George Soros, afirmó que la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) desencadenó una crisis en los mercados financieros comparable a las de 2007 y 2008. Y el también presidente de la fundación Open Society aseguró que esta crisis ya se estaba desarrollando en cámara lenta, pero que el Brexit la “aceleró” y también “puede que refuerce las tendencias deflacionistas ya predominantes”.
El Partido Conservador cerró así ayer al mediodía el plazo de presentación de candidatos para suceder a Cameron y deberá elegir un nuevo líder después de que el primer ministro anunciase el pasado viernes su intención de renunciar en octubre después de perder el referéndum.
El nuevo primer ministro conservador será el que tendrá que negociar con la UE la salida del Reino Unido del bloque y decidir si invoca inmediatamente el Artículo 50 del Tratado de Lisboa que establece el proceso para la salida.