El director del diario la Prensa, don Jaime Chamorro Cardenal, es un hombre extremadamente parco. Es un personaje con el cual resulta muy difícil conversar. Aunque él dice que casi siempre piensa lo que va a expresar, la verdad es que por lo general de su boca y, de su corazón por supuesto, siempre salen palabras toscas, agresivas, huérfanas de amor, incluso hasta cuando se comunica con sus hijos.
Pero, seguramente dirán ustedes, cómo es posible que tenga ese perfil el director del diario La Prensa, un periódico que todos los días predica amor al pueblo, amor a los desposeídos y que además se caracteriza por mantener excelentes relaciones con sectores poderosos de Estados Unidos y Europa.
Ah, es que para eso tiene a su sobrino preferido, Hugo Hollman Chamorro, a quien lo mantiene como Gerente General de La Prensa, con un salario nominal de 14 mil dólares desde cuando fue nombrado, con muchísimos beneficios como estrenar camioneta cada cuatro años, así como retribución económica cada vez que hay nivelación o revisión salarial en esa empresa. Pero, ese trato es única y exclusivamente con Hugo, porque, de acuerdo a la documentación que tenemos don Jaime es tacaño hasta con sus descendientes.
Resulta que don Jaime ni siquiera tiene capacidad para mantener buenas relaciones con sus hijos. Uno de ellos, Alonso Chamorro Argeñal, se quejó con su madre, Hilda Argeñal de Chamorro, de la forma grosera y grotesca como lo trato su padre cuando le pidió una mensualidad de mil dólares para el pago de la casa donde vive.
En una serie de documentos que nos hicieron llegar personas muy allegadas a la familia Chamorro, hay un intercambio de cartas entre don Jaime Chamorro Cardenal y su hijo, Alonso Chamorro Argeñal, dónde el primero trata de justificar las groserías que le dijo a su hijo y le pide perdón mientras que el otro responde que lo comprende porque “imagínate un huevón de 47 años pidiendo US 1.000 dólares al mes para pagar la casa”. La carta tiene fecha del 23 de noviembre del 2011.
Si quiere llorar, reír, o avergonzarce , de la forma en que don Jaime Chamorro Cardenal se relaciona con su hijo, Alonso, lea las siguientes dos cartas:
Alonso:
Tu mama me contó lo que vos le dijiste sobre nuestra conversación telefónica sobre las utilidades de La Prensa, meditando sobre esa conversación, me imagino que la forma en que lo dije no era la apropiada ya que estaba en ese momento con un gran disgusto que no vale compartir, además que había venido del INSS de gestionar el carnet de Argentina Pallais y después de pasar dos horas en una silla al llegar mi turno me informaron que el expediente lo habían cambiado de sucursal, o sea que estaba desestabilizado emotivamente y no me oías y tuve que hablar fuerte.
Todo esto no justifica, la forma en que te lo dije, por tal razón te quiero pedir perdón, mucho me pasa eso y voy a hacer lo posible por mejorar.
Lo que quise decir es que como siempre les doy un dinero extra cuando hay utilidades, esta vez pensé que como les estoy dando mensualmente a todos es mejor seguir así, no sé si me vas a creer pero para mí es un gusto y me siento alegre y contento cuando puedo dar, y no solo a mis hijos les doy sino a otras personas, nunca de los nunca pensé sacarte eso o hacerte sentir mal, yo quiero ayudarte en todo y yo se que vas a triunfar al final y quiero ser parte de ese triunfo, porque te quiero mucho y sufro con tus dificultades.
Pero quiero aprovechar esta pequeña carta para decirte que hace tiempo he querido escribirte para sanar nuestras relaciones, pero he tenido miedo, yo se que fui un padre ausente, no voy a justificar diciendo que yo no tuve padre, que a los 10 años me dejaron con una abuela anciana, no quiero decir que mi padre nunca me abrazó ni me besó, aunque quiero aclarar que siempre quise y admiré a mi padre, lo que quiero decirte es que cuando ustedes me necesitaron yo no sabía cómo o que era ser padre, hasta hace varios años que Jaime Martín me invitó a oír su testimonio me di cuenta de lo que había pasado, por esa época también sucedió que llegó una comisión de la Policía Nacional a la Prensa a hablar de las pandillas y un oficial contaba lo que le había dicho un pandillero:
-¡Si solo mi padre me hubiera abrazado!-
Desde entonces yo hablé con todos mis hijos menos con vos, porque tenía miedo, algo pasó en tu caso, que yo sentía algo que me lo impedía, las cosas han ido mejorando, al menos en apariencia, pero falta, yo se que en tu niñez hubo algo que te dañó y eso a influido a dañar también nuestra relación, me imagino que en tu subconsciente nosotros somos los culpables de eso y en alguna manera estás en lo cierto, pero siempre te quisimos y lo que pasa es que no sabíamos como debíamos de actuar responsablemente como padres.
Yo quiero que hagamos algo, que visitemos juntos un psicólogo para ver que tenemos que hacer o que hablemos y nos perdonemos y sanemos de verdad nuestras relaciones.
Le pido a Dios que nos ayude para poder terminar este problema y gozar de ser padre e hijo con el amor verdadero que siempre te he tenido y no he podido demostrar, le pido al Señor que me ilumine y me ayude.
Tu papá que siempre te ha querido.
19 de Noviembre de2011.
Hola Papa
No tienes que disculparte, lo mas importante es que te des cuenta de lo agresivo y las cosas que dices, y lo cambies, de poco a poco, porque hace daño, nosotros estamos dispuestos a esperarte toda la vida.
Realmente te queria decir que yo siempre te he admirado, respetado e imitado como hombre de valores y principios y de lucha tenaz por cambiar el mundo, incluso siempre he tratado de cuidarte y defenderte,
a veces es imposible.
Desde hace unos años, Roberto Arguello me dijo que que debia serte respetuoso y aceptarte con todos tus deseos y es algo que he hecho desde ese momento, no juzgarte, aceptarte y quererte como sos.
Desde hace un par de años estoy dispuesto a aceptar todo lo que hagas, digas o pienses, porque como mi Padre mereces todo mi respeto y amor, a parte que has sido una persona ausente, pero especial, porque desde tu pobre concepto de Padre has hecho lo que has podido.
He aprendido a aceptarte y a perdonarte lo que sea.
Lo unico que me hace falta de esta parte es poder reirme, bromear y platicar, o sea gozarte como la persona con la que quisiera ser un amigo y compartir muchas cosas.
Te queria decir que evidentemente no soy perfecto, pero soy feliz, vivo feliz, mi esposa y mis hijos me dan una gran felicidad y no me quiero perder un segundo de sus vidas, por eso aunque me ha costado mucho me he esforzado por estar de cerca y participando.
Nunca es tarde para aprender, vos podes cambiar un poco, seria muy bonito.
Te agradezco mucho la ayuda que nos has dado, gracias a Dios pronto no la necesitaremos mas, ya que parte de mi autoestima esta en ser autosuficiente, mi respeto por mi mismo debe ser poder mantener a mi familia sin estarte pidiendo dinero, me siento muy apenado.
Inmaginate un huevon de 47 años pidiendo US$1,000 dolares al mes para pagar la casa.
Estoy en la lucha y no voy a rendirme, gracias a dios estoy saliendo adelante.y voy a triunfar, aunque sea lo ultimo que haga, quiero decirte que he trabajo bien duro y que estoy a punto de cumplir todos mis suenos, eso es importante para mi, porque para un hijo, lo que mas importante es que su Papa se siemta orgullos de el, no se porque, pero asi es.
Te pido perdon por las veces que te he fallado, por las veces que no te he cumplido y por las veces que no he estado a la altura, realmente en ocasiones me he portado con un imbesil.
Solo te quiero pedir una cosa:
Trata de ser diferente, trata de ser mas amigo, mas positivo, mas optimista, mas delicado, en pensar en lo que puedes dañar antes de decir algo.
NADA MAS.
Puedes comenzar poco a poco, qiue se vez que estas haciendo un esfuerzo.
Y podras difrutar mas tu vida, que todavia te queda bastante.
Un abrazo, un beso y te quiero mucho por siempre.