Imperialismo y derecha visceral en cruzada contra Nicaragua

En la medida que el proceso electoral continúa su marcha hacia las votaciones de noviembre, el imperialismo y la derecha más recalcitrante de la región, en una medida visceral y desesperada ante un inevitable triunfo del FSLN, han desempolvado su odio contra el sandinismo y actualmente se dedican a verter su veneno en contra del comandante Daniel Ortega.

 

Apoyados dentro del país por grupos de resentidos y medios de comunicación de derecha, quienes se han prestado a una cruzada sucia y vulgar que agentes  foráneos, que incluye a los EEUU, los enemigos del presidente Daniel Ortega y el sandinismo, intentan aplicar aquí las campañas de desprestigio que en la actualidad utilizan en contra de los gobiernos de izquierda de América Latina.

En Nicaragua, los esfuerzos de esos elementos recalcitrantes, tanto del exterior como en el interior del país, no han podido lograr sus frutos, puesto que la respuesta del Gobierno del FSLN a los insultos y bajezas que a diario ventilan los exponentes más venenosos de toda esa calaña, son de forma inmediata y eficaz, posición que les rechaza cualquier intento de “golpe blando”.

Recientemente, a las cada vez más frecuentes intromisiones del gobierno USA en los asuntos internos de Nicaragua, el Departamento de Estado de ese país sumó otra posición injerencista más y fue la de emitir un comunicado en el que le exigía a nuestro gobierno, presidido por el comandante Ortega, a petición de la oposición, unas elecciones “limpias y transparentes”.

Esta nueva injerencia de la administración Obama no es aislada, sino que forma parte de las estrategias elaboradas por ese país para desprestigiar al presidente Ortega, e igualmente, tiene el propósito de desvirtuar todo el proceso electoral con el fin de que en una votaciones futuras en las que triunfe el FSLN, sirva de pretexto para salir con la trillada canción de que “hubo fraude”.

A esta cruzada sucia en contra de nuestro país y específicamente en contra del mandatario Ortega,  se adhirieron  ex presidentes cuyos gobiernos en América Latina se reconocieron por ser leales a las políticas neoliberales impulsadas por los EEUU, además de brindar sus servicios oficiosos en detrimento de todas aquellas democracias de izquierda a petición del imperialismo.

Solo como una muestra sobre la falta de calidad moral de quienes encabezan ese grupo, podemos nombrar a Óscar Arias, de Costa Rica; José María Aznar, de España; Nicolás Ardito Barletta, de Panamá; Belisario Betancur, de Colombia; y Armando Calderón Sol, de El Salvador, ex presidentes que terminaron cada uno sus período con la desaprobación y el aborrecimiento popular.

Sin embargo, a pesar de toda esta campaña sucia y por demás, vulgar, incitada por los enemigos de nuestro país, Nicaragua ha demostrado poder andar en sus propios pies, y sobre todo es lo suficientemente soberana, capaz de tomar sus propias decisiones, no las que otros quieren que adoptemos, posición patriótica de la que ha dado muestra de fe el Gobierno de la República.

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