El Senado brasileño inició pasadas las 9.35 la sesión histórica del juicio político para destituir o confirmar en el cargo a la suspendida presidenta Dilma Rousseff, acusada de irregularidades en la elaboración del presupuesto. La resolución de la Cámara alta se tomará la semana próxima.
La sesión fue abierta por el presidente del Supremo Tribunal Federal (STF), Ricardo Lewandowski, quien explicó que esta sesión «convierte a los senadores en jueces». Entre hoy y mañana se esperan ocho testigos, dos de la acusación y seis de la defensa. Rousseff, quien será interrogada el lunes por el Senado, puede ser expulsada con al menos 54 votos de los 81 de la cámara alta en el final de la sesión.
Antes del fin de semana declararáno por el fiscal del tribunal de cuentas de la Unión (TCU), Julio Marcelo de Oliveira, y el auditor de ese órgano revisor, Antonio Dávila Carvalho Junior, ambos defensores de la tesis de que Rousseff cometió delito de responsabilidad en la administración del presupuesto 2015.
La defensa tuvo derecho a presentar seis testigos, entre ellos el ex ministro de Economía Nelson Barbosa, el profesor de Derecho de la Universidad Estadual de Río de Janeiro Ricardo Lodi Ribeiro y el economista y ex profesor y asesor económico de Rousseff Luiz Gonzaga Belluzo (también ex presidente del club de fútbol Palmeiras). Los otros tres son la ex secretaria del presupuesto Esther Dweck, el profesor de Derecho Geraldo Prado y el ex viceministro de Educación Luiz Costa.
En tanto, el presidente interino de Brasil, Michel Temer, estimó que Dilma será destituida al cabo de la sesión de juicio político que se inicia hoy en el Senado con el mínimo necesario de votos. «Cincuenta y cuatro», dijo Temer al diario Folha de Sao Paulo, en la única declaración que otorgó sobre la negociación de votos en el Senado frente al proceso de destitución.