La doble moral y el discriminatorio rasero para descalificar personas es una característica común que utilizan los llamados “demócratas”, y así lo demostró Cristiana Chamorro Barrios, quien además de felicitar alegremente al expresidente Arnoldo Alemán por su boda, llamó a María Fernanda Flores, la “esperanza de Nicaragua”.
Mientras la accionista minoritaria de La Prensa se deshizo en elogios y parabienes con María Fernanda, ya que sería la “consagrada” esposa que ayudaría a su marido a formar “un ·buen gobierno”, ahora vierte todo su veneno antisandinista porque Daniel Ortega lleva de fórmula a Rosario Murillo, dejando clara su antojadiza y retorcida visión del feminismo.
Incluso en su escrito, por cierto, saturado de muchas faltas ortográficas, muy evidentes y hasta penosas, Cristiana ensalza a la futura esposa de Alemán al punto de llamarla “María de la Esperanza”, en una irrefutable muestra de la “afinidad democrática” que las une, propias de una clase social que dice ser dueña de ”la verdad y la justicia”.
En su vergonzoso artículo, la socia del mencionado rotativo miró bastante positivo que Arnoldo Alemán, en sus funciones como Presidente del país, se hiciera acompañar de una esposa, dada la “importancia” y “necesidad” de una mujer en la Casa Presidencial, algo que hoy señala de deshonesto e ilegal, únicamente porque los candidatos del FSLN no son de su agrado.
Esta es la carta que devela el doble rasero con que miden esta señora y el diario La Prensa, del que es accionista:
EL MATRIMONIO DEL PRESIDENTE
Cristiana Chamorro Barrios
El compromiso – casamiento del Presidente Arnoldo Alemán con María Fernanda Flores Lanzas este fin de semana en Miami, es un hecho significativo en la carrera política de Alemán agotado en la soledad de una una solteria de 10 anos , la que ha sido un agravante en el ejercicio de su liderazgo, mas festivo que de respuesta seria a los retos que le ha impuesto su condición de gobernante.
Acostumbrado a no rendirle cuentas a nadie, Alemán al menos tendrá que adquirir conciencia de su nuevo estado civil, el que naturalmente trae consigo no solo ilusiones, sino también obligaciones y exigencias con su pareja. Consecuentemente , se espera un cambio natural pero no radical, en el comportamiento del presidente recien casado quien suponemos tratara de ser consecuente con este hecho positivo en lo personal .
Un breve sondeo a sectores de opinión sobre la boda presidencial revela tres diferentes expectativas. Algunos enfocan este matrimonio como una simple noticia social, más novedosa que un casamiento común y corriente porque es con el “Hombre”, según la jerga política nicaragüense. Es cierto que con este hecho social no va a cambiar el rumbo político y económico que lleva el país y por tanto les parece intrascendente que el Presidente cambie solo en su vida privada.
Otros lo observan desde la nueva correlación de influencias que va a traer la futura Primera Dama a la Casa Presidencial . En efecto, la presencia de una mujer en el circulo intimo del mandatario, da razones suficientes para pensar que “los amigos de motos” pasan a segundo plano y que ella participara en la selección de los “hombres del Presidente” destacando los que coincidan con sus planes y los que le parezca que mejor ayudaran a su marido.
En el tercer grupo estamos una mayoría fuera y dentro del gobierno que celebramos a María Fernanda como una María de la Esperanza , que en lo privado atempere con el dialogo la impulsividad del Presidente , con sutileza modere la tendencia del mandatario hacia los excesos , su inclinación a estar en todo al mismo tiempo , sin mantener la coherencia del conjunto y finalmente, lo ayude a transitar hacia momentos de reflexión , estabilidad y paz interior para beneficio de todos los nicaragüenses en lo que resta de su mandato presidencial.
Al margen de estas y otras consideraciones válidas de la opinión pública realizamos un esfuerzo periodístico intentando conocer quién es la futura Primera Dama. Que intenciones tiene además de formar un hogar con el Presidente?. Cuanta conciencia política hay en ella sobre el peso de la posición que ocupa su futuro marido?. Cual es su misión en el gobierno?. Cuanto espacio piensa tener en la mesa intima de las decisiones del Presidente y sus controversiales caballeros?. Dónde se va a situar como mujer: atrás, adelante o al lado del Presidente?. En fin, una serie de preguntas sobre su presencia, inevitablemente observada como una variable política novedosa en la Presidencia de Nicaragua.
María Fernanda me respondió que “Arnoldo y ella habían acordado no dar más declaraciones hasta después de formalizar su relación”. Sin embargo, en nuestra breve conversación telefónica me dejo claro dos cosas. Primero, que esta consciente que su casamiento con el Presidente no significa únicamente poder y honores, sino también los sinsabores de una posición que no contempla el ocio, ni la libertad de la cual gozan los matrimonios comunes. Segundo, que su felicidad no la va a poner en dependencia de las valoraciones, aprobaciones o desaprobaciones que tengan de su matrimonio los círculos de interés al lado del Presidente o la opinión publica.
La contundencia de su repuesta en realidad despierta la esperanza que la futura esposa del Presidente tenga la inteligencia y eficacia femenina de ejercer autoridad en el hogar presidencial aprobando y desaprobando los aciertos y desaciertos del mandatario. En el entorno actual, María Fernanda tiene dos alternativas: subordinarse al estilo de un gobierno excesivamente machista , de parrandas , desordenes , licores, servilismo , negocios y excesos en el que una Primera Dama no obtendrá oficios ni beneficios .
Su otra opción es la de imprimirle a su posición un sello personal , mas allá de simbolismos iniciales como la decisión de no ocupar la casa familiar del Crucero y trasladar el centro del poder a la nueva de las Colinas , a la Chinampa o a los Chiles, haciendas y propiedades de reciente adquisición del mandatario. La futura Primera Dama de Nicaragua no tiene que preguntarse que quiere la sociedad y el gobierno de ella. Nadie espera su intervención para las reformas a la Constitución Política, pero si para una reforma del Presidente Alemán.
Jose Ortega y Gasset recuerda en sus estudios sobre el Amor y La Influencia de las Mujeres en la Historia que una misión suprema de la mujer sobre la tierra es “exigir, exigir, la perfección del hombre”. En Nicaragua , sectores consultados guardan en María Fernanda la esperanza que el matrimonio le exija , exila calma a un Presidente que según dicen sus colaboradores mas cercanos , por ahora ni con novia se ha calmado en un trajín que lo lleva de un error a otro. Entre los mas recientes , la crisis diplomática con la Unión Europea, insensibilidad demostrada ante los muertos de la Costeña y poco respeto a la nación que representa movilizando el gobierno a Miami para una fiesta personal.
No será fácil cambiar las cosas como prometio Alemán en su campana. Este casamiento es como la ultima oportunidad del Presidente para traer aires de renovación, juventud , seriedad y orden a su gobierno. Después de todo, los políticos por muy enamorados que sean y esten, generalmente no emprenden nada sin un objetivo determinado y una necesidad inmediata.
Para Nicaragua resulta positivo que Alemán revalide el matrimonio como un sacramento ligado a la renovación y salvación de nuestros lideres políticos. Por otro lado es importante que la sociedad convalide la necesidad de la mujer en el poder presidencial como una esperanza de cambio en un sistema politico agotado en parte por excesiva masculinidad.
Es claro que Aleman con 53 anos va a seguir golpeando la mesa, colocando piedra sobre piedra en futuras obras de progreso, azotando el aire con discursos encendidos Sin embargo, debemos reconocerle que abrió espacio para una mujer a su lado y eso es un paso hacia el progreso, aunque solo sea en lo personal. El Presidente Alemán esta ahora en manos de María Fernanda.
Una esperanza en Nicaragua, es una razón valida para desearles felicidades.