El analista político, politólogo, profesor universitario y coordinador del movimiento Vente Venezuela, Pedro Urruchurtu, aseguró que en la sesión de la Organización de Estados Americanos que se celebró este 28 de marzo, se “dio un gran paso” y “hubo un triunfo”.
“¿Qué resulta de la sesión de hoy? Lo primero que hay que decir es que la Carta Democrática no lo es todo, pero tampoco significa nada. Es un elemento crucial de presión. Su aplicación efectiva pasa por suspender temporalmente a un país miembro de la OEA en el que el hilo constitucional se haya roto”, señala el analista en su cuenta de Twitter.
“Es un sello/marca de dictadura y, con ello, muchos países se colocan al margen de querer relaciones cercanas con un país así. Es un mecanismo que le dio un giro a la OEA, de ser un foro eminentemente de Estados a ser un foro de Estados democráticos. Afecta fundamentalmente la percepción que se tiene de un país y sanciona moralmente sus actuaciones. Insisto: elemento de presión internacional”, apunta Urruchurtu en un análisis que ofreció sobre la sesión de este martes.
Puntualiza el coordinador de Vente Venezuela que, además, “eso, junto con la presión que internamente debe haber en el país, debería conducir a que el régimen ceda en cosas que hoy se le piden (…) La Carta ya había sido aplicada en situaciones en que la legitimidad de origen se vio afectada. En el caso de Venezuela se trata de legitimidad de desempeño. Eso hace de nuestro caso algo más complejo y profundo”.
“Es un proceso largo y lleno de elementos a considerar”, espeta Urruchurtu.
El analista señala además que “la sesión de hoy representa un significativo paso en el proceso de activación de la Carta que inició el 30 de mayo de 2016. Hoy sigue”.
Dice, también, que se debe recordar que en la actualización de su informe, Almagro “da 30 días para que se cumplan una serie de condiciones”.
Es “sumamente importante que 20 países hayan emplazado hoy a la OEA a fijar hoja de ruta que permita restablecer la democracia. Eso es un triunfo”, indica Urruchurtu.
“Son procesos lentos y delicados. Lo más importante es que nadie duda hoy que en Venezuela hay dictadura y que hay una crisis que debe resolverse”, enfatiza.
Por otra parte, el analista político apunta que varias cosas han cambiado en la OEA y que esto debe considerarse para entender por qué lo que hoy ocurrió en la Organización, es una victoria.
Dice, primero, que “la votación clave fue la del orden del día, es decir, si había o no debate sobre Venezuela. 20 votaron a favor, 11 en contra, 2 abstenciones y una ausencia (…) Comparado con sesión del informe de Almagro del 23 de junio de 2016, hubo ligeros cambios“.
“Antigua y Barbuda pasó de estar en contra a abstenerse; Granada de estar en contra a ausentarse; Saint Lucia, de abstención a estar a favor y Surinam de estar a favor, a votar en contra”.
“El caso de Antigua y Barbuda es, además, particular. Hoy se abstuvo siendo un miembro de la ALBA (…) Se confirma una vez más que el Caribe está sumamente dividido y ya no es él bloque monolítico que alguna vez apoyó al chavismo”, asegura el politólogo egresado de Georgetown.
Por último, puntualiza que “la gran sorpresa es que México rompe Doctrina Estrada para impulsar tema de Venezuela junto a Estados Unidos y Canadá”.
“Llama la atención el silencio de Ecuador que, a pesar de oponerse a la sesión de hoy, no dio mayores muestras de apoyo a Maduro. Hay distancia (…) Bolivia y Nicaragua encabezan la contraria a Almagro y se le suman países como El Salvador, Haití y Jamaica”.
“Venezuela errática y abusiva. No tuvo más remedio que ocultar la derrota de la sesión que saboteándola hasta suspenderla. Se queda sola”, culmina el analista Pedro Urruchurtu.
Fuente: PANAMPOST