A 15 años de la derrota del ALCA

Prensa Latina

Nuevos vientos de esperanza soplan hoy en América Latina, a 15 años de un gran hecho histórico que significó un duro revés para Estados Unidos con la derrota del ALCA en la cumbre argentina de Mar del Plata.

Por el camino sucedieron muchos momentos buenos y otros muy difíciles, con el avance de gobiernos neoliberales que echaron por tierra todo lo avanzado en pos de la unidad de la Patria Grande, persecuciones a líderes políticos a través de guerras judiciales y un nuevo golpe de estado reciente en la región, esta vez en Bolivia.

Hoy, los 15 años de la derrota política de Estados Unidos en la propia cara de George W. Bush en Mar del Plata, con presidentes como Néstor Kirchner, Hugo Chávez y Luis Inacio Lula Da Silva que no se dejaron doblegar, transitan por momentos esperanzadores, con el retorno a la democracia de una Bolivia que dio ejemplo, de Chile y de esos países en lucha por una mejor región.

Varias personalidades recuerdan aquellos días de Mar del Plata, donde se rechazó firmar un tratado en la Cumbre de las Américas que preveía imposiciones comerciales, pero también otras aún mayores, aupadas por Estados Unidos y grupos económicos, que traerían nefastas consecuencias, algo que avizoraron los líderes latinoamericanos protagonistas de ese encuentro histórico.

Al rememorar la fecha, Jorge Taiana, quien por aquel entonces era el vicecanciller de Néstor Kirchner, recordó en una entrevista con Página 12 la contracumbre que se desarrolló de forma paralela a la del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).

‘Fue una contracumbre no contra todos, sino en apoyo de las autoridades que hacían la Cumbre. Mostró que había una emergencia social y de movilización amplia en contra de los acuerdos de libre comercio. Que la ola expansiva del neoliberalismo y aperturas económicas estaba en crisis y había en muchos países movimientos de reacción’.

A su juicio, lo sucedido en Mar del Plata dejó claro que en ‘un mundo globalizado la integración tiene que ser entre iguales, no subordinada. Acertamos en ver que venía un mundo multipolar, donde hay que asociarse con otros que sean pares y tener capacidad de maniobra y no estar subordinados a ningún poderoso’.

Por su parte, el presidente del Parlasur, Oscar Laborde, recuerda hoy en un artículo en Página 12 que aquella decisión impulsó una serie de victorias de partidos populares y de izquierda en Bolivia, Paraguay, Ecuador, Nicaragua, El Salvador, entre otros.

Se produjo el ingreso de Venezuela al Mercosur y este creció  en lo político, social y cultural. Se creó la Unasur, por primera vez en su historia confluían los países de Sudamérica y se fundó la Celac (Comunicad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), sin Canadá y EE.UU, sumándose  Cuba, dice.

Todo esto hizo que Estados Unidos comenzara a planificar inmediatamente una contraofensiva para revertir aquella ‘irregularidad’ en su patio trasero, subraya Laborde.

“Su plan constaba, esencialmente, de cuatro puntos, que se retroalimentan: proponer un modelo de integración alternativa como fue la Alianza del Pacífico, desmembrar el Mercosur, hostigar a los tres pilares del proceso popular, Argentina, Brasil y Venezuela, y crear una nueva derecha, que suplantara a la tradicional”, señaló.

Tras hacer hincapié en todo lo hecho para resquebrajar la región, Laborde apunta que estos no son los 90. Ahora, dice, han surgido posibilidades con la aparición de China, Rusia e India en el contexto internacional para aquellos países que no quieran depender incondicionalmente de los Estados Unidos, además hay una conciencia extendida entre nuestros pueblos.

Al ver que no tiene nada para ofrecer el neoliberalismo, los pueblos resisten sus políticas, protestan, luchan.

Laborde remarcó como hoy el pueblo de Brasil quiere que Lula vuelva a gobernar, en Chile logran con luchas masivas cambiar la Constitución de Pinochet, en Venezuela el chavismo recuperará la Asamblea Nacional en las elecciones de diciembre, en Ecuador las protestas logran detener el ajuste y se preparara la posibilidad de un triunfo de la Revolución Ciudadana.

“No hay cambio de época, no hay ola conservadora imparable. Lo que hay son pueblos que la pelean y fuerzas que se organizan y la Patria Grande que resurge. Ese es el mejor homenaje que podemos hacer a aquel No al ALCA histórico”, concluyó.

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