Carmen Esquivel | Prensa Latina
Más de medio siglo después de la muerte de Pablo Neruda, el caso fue reabierto y sin veredicto de la justicia chilena sobre los motivos del deceso, aunque los querellantes aseguran que hubo participación de terceros.
El poeta y Premio Nobel de Literatura falleció en la clínica Santa María, de la capital chilena, el 23 de septiembre de 1973, 12 días después del golpe militar de Augusto Pinochet contra el gobierno de la Unidad Popular del presidente Salvador Allende y de un viaje programado a México.
Aunque la versión oficial de la dictadura (1973-1990) atribuye la muerte del intelectual al cáncer de próstata que padecía, en 2012 se inició una pesquisa luego de las declaraciones de su chofer y ayudante, Manuel Araya, sobre un posible envenenamiento.
Desde entonces tres grupos de expertos internacionales analizaron el caso y el segundo de ellos reveló la presencia en los restos y en un molar del poeta de la bacteria clostridium botulinum, en una concentración incompatible con la vida.
“Para nosotros no cabe duda que hubo intervención de terceros”, aseguró en entrevista con Prensa Latina vía WhatsApp el abogado y sobrino del poeta Rodolfo Reyes.
Afirmó que la investigación criminal del caso avanza de manera muy contundente. “Ya la ciencia habló. Se encontró en sus restos una gran cantidad de clostridium botulinum, de la bacteria Alaska E 43, que es mortal para el ser humano. Ya la ciencia lo dijo”, recordó.
Añadió el letrado que lo único que falta ahora es el pronunciamiento de la justicia, porque las causas jurídicas se ganan en los tribunales.
Interrogado sobre los motivos de un eventual asesinato, recordó que su tío, después de la muerte del presidente Allende y del cantautor Víctor Jara, era el único que podía hacerle frente a Pinochet en ese entonces y la dictadura no lo iba a dejar con vida.
“Neruda tenía previsto un viaje a México en un avión especial y en ese lapso lo asesinaron. Nosotros, los abogados Elizabeth Flores, Paola Reyes y yo, conocemos a la perfección toda la secuencia de los hechos que está en el expediente de más de seis mil hojas”, afirmó.
Además de escritor, Neruda era un connotado político y militante del Partido Comunista y fue candidato a la presidencia, senador, embajador y cónsul en París.
La reapertura del caso
En septiembre de 2023, cuando se cumplieron 50 años de la muerte de Neruda, la jueza Paola Plaza decidió cerrar el caso y dio por concluida la etapa investigativa, tras revisar numerosas declaraciones, informes policiales, documentos y pericias nacionales y extranjeras.
Pero en febrero de este año la Corte de Apelaciones revocó el fallo y ordenó por tres votos a cero la reapertura de las indagatorias con la realización de nuevas pericias, lo cual renovó las esperanzas de esclarecer las circunstancias del deceso.
En esa oportunidad, la justicia determinó efectuar un nuevo peritaje caligráfico al certificado de defunción y revisar e interpretar los resultados de las investigaciones realizadas por los expertos de las Universidades de Canadá y Dinamarca.
Asimismo, se acordó citar a prestar declaración judicial al director del proyecto de Documentación de Chile, el investigador estadounidense Peter Kornbluh, quien jugó un gran papel en la campaña para desclasificar los archivos secretos del gobierno norteamericano sobre el apoyo a la dictadura chilena.
Kornbluh es autor de varios libros sobre la intervención de Washington en América Latina, entre ellos el titulado Pinochet desclasificado.
La Corte también demandó tomar declaraciones al exmédico Eduardo Arriagada Rehren, exjefe de Sanidad del Ejército, condenado en 2017 a 20 años de presidio por el homicidio calificado de dos detenidos en 1981.
“Nosotros como abogados seguimos litigando porque queremos que se haga justicia y se conozca la verdad y que el tribunal determine, como consta con la seriedad con la que hemos trabajado, cuáles fueron las causas verdaderas”, dijo a esta agencia Rodolfo Reyes.
La muerte del último testigo
El 21 de junio de 2023, víctima de un accidente cerebrovascular, murió en la ciudad costera de San Antonio el chofer y asistente personal de Neruda, Manuel Araya, quien había denunciado al mundo el asesinato del poeta.
Apenas cuatro meses antes, en un encuentro con la prensa en el Círculo de Periodistas de Santiago, Araya concedió una entrevista a esta agencia donde detalló pormenores de los últimos días del escritor.
“Yo voy a Isla Negra a buscarle sus maletas y cuando regreso a la clínica, el 23 de septiembre, Neruda me dice: ‘Ay Manuel, me pusieron una inyección en el estómago, me duele mucho y me estoy quemando’.
“Lo revisé y tenía una manchita roja, como de una monedita de cinco pesos. Mojé una toalla y se la puse en el vientre, inmediatamente un médico alto y rubio me mandó a buscarle un medicamento a la farmacia y cuando salí agentes de la dictadura me detuvieron y trasladaron hasta el Estadio Nacional, donde fui torturado”, recuerda.
Para Araya esto fue un complot del doctor que lo envió a comprar el remedio.
El escritor falleció esa misma noche y, según el certificado de defunción emitido en tiempos de la dictadura, su deceso se debió a la caquexia (debilitamiento extremo) producida por el cáncer de próstata que padecía.
Esa hipótesis ha sido puesta en duda porque la caquexia ocasiona una pérdida severa de peso corporal, y él pesaba más de 90 kilogramos al morir.
“Neruda nunca estuvo para morirse, él disfrutaba de la buena mesa, tenía bastantes amigos y todos los días había visitas en su casa”, declaró Araya.
Durante su estadía en la clínica, el escritor terminó sus memorias Confieso que he vivido. “Si hubiese estado tan enfermo, no habría sido capaz de escribir”, aseveró nuestro entrevistado.
El legado de la obra nerudiana
Ricardo Eliecer Neftalí Reyes Basoalto, conocido mundialmente como Pablo Neruda, está considerado como uno de los escritores más fecundos e influyentes del siglo XX.
Su obra comprende 45 libros, además de diversas recopilaciones y antologías, ha sido traducida a unos 35 idiomas y es estudiada en las principales universidades y centros de investigación literaria.
En 1971, Neruda recibió el Premio Nobel de Literatura “por una poesía que con la acción de una fuerza elemental da vida al destino y los sueños de un continente”, al decir del jurado.
En su entrevista a Prensa Latina, Reyes recordó que este 2024 se cumplieron 100 años de la primera edición del libro Veinte poemas de amor y una canción desesperada, que lanzó a la fama al autor con apenas 19 años y es uno de sus títulos más célebres.
Mencionó también El canto general, una obra épica donde representa los valores humanos de todo el continente Americano, su cultura, vivencias y paisajes.
Alturas de Macchu Picchu es otro texto histórico que ha recorrido el mundo, dedicado a las ruinas incaicas peruanas y al drama humano de quienes las construyeron y en general de todos los pueblos indígenas.
El sobrino de Neruda se refirió al reconocimiento universal a su obra y destacó la reciente inauguración en la plaza que lleva su nombre en Barcelona de un mural del artista catalán Roc Blackblock y del chileno Alejandro Mono González.
“Barco de los pueblos migrantes” es un homenaje a los 85 años de la gesta solidaria de Neruda que llevó a Chile a más de dos mil republicanos españoles tras la guerra civil, a bordo del buque Winnipeg. El poeta reunió dinero para los pasajes y algunos gastos de los viajeros y les gestionó visas y certificados médicos.
Cuando el navío arribó al puerto de Valparaíso, allí estaba junto a varias autoridades, entre ellas el entonces ministro de Salud, Salvador Allende, quien posteriormente sería el presidente de la Unidad Popular. Sobre el Winnipeg escribió Neruda: “Que la crítica borre toda mi poesía, si le parece. Pero este poema, que hoy recuerdo, no podrá borrarlo nadie”.