Adiós a los buenos inviernos

Los daños por la escasez de lluvias son ya visibles: efectos en la actividad agropecuaria, menor disponibilidad de agua, bosques y biodiversidad, nivel del mar, turismo y salud de la población.

Las copiosas lluvias a que estábamos acostumbrados en Centroamérica serán pronto algo del pasado de llegarse a cumplir las predicciones de un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Y según dicho estudio, el futuro para la agricultura en el Istmo no es nada halagüeño. La culpa es achacada a ese enemigo contemporáneo y omnipresente llamado “cambio climático”.

Centroamérica sufrió durante el invierno recién finalizado la crudeza de la sequía, y Nicaragua estuvo entre los países más castigados por la ausencia de lluvias, mismas que se presentaron de forma regular y hasta de forma un poco excesiva hasta en octubre.

En el informe «La economía del cambio climático en América Latina y el Caribe», emitido durante la segunda semana de reuniones por el clima en Lima, Perú, la reducción de lluvias también se experimenta en la zona centro-sur de Chile, no así en la región suroriental de América del Sur donde van en aumento.

El informe agrega que en Centroamérica y Suramérica la temperatura ha incrementado entre 0.7 y 1 grado centígrado desde los años setenta, excepto en la zona costera de Chile donde se ha reducido 1 grado centígrado.

«Los costos de adaptación, en tanto, se calculan inferiores al 0.5% del PIB actual de América Latina y el Caribe, concentrados en la protección de las zonas costeras, la actividad agrícola y el sector hídrico. Estas estimaciones también involucran un alto nivel de incertidumbre y probablemente tenderán a aumentar», se añade en el informe.

Estas variaciones, de incrementos y reducciones de lluvias y temperaturas, ya son impactos significativos del cambio climático en Latinoamérica y el Caribe. «Ya se evidencian efectos en la actividad agropecuaria, disponibilidad de agua, bosques y biodiversidad, nivel del mar, turismo y salud de la población», asegura la comisión en su estudio.

También advierte que si la temperatura aumenta en 2.5 grados centígrados (probablemente alrededor de 2050), los costos económicos del cambio climático se estiman, aún con un alto nivel de incertidumbre, entre 1.5% y 5% del Producto Interno Bruto (PIB) actual de la región.

 

 

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