El capítulo de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia de Jinotega, renunció ayer en pleno a la ACJD nacional, uniéndose de esta manera a su par de Masaya y a otros dirigentes de diversos departamentos que decidieron separarse de las organizaciones golpista tras denunciar malos manejos de fondos y negativa a escuchar sus planteamientos por parte de la dirigencia.
En una carta hecha pública el martes 25 de agosto, los de la Alianza Cívica de Jinotega señalan que como “organización territorial hemos sido desplazados de procesos internos como fue la conformación de consejos municipales para los cuales nuestras directivas municipales no fueron considerados.
“… nuestros representantes en algunas comisiones han sido objeto de faltas de respeto; hemos dirigido misivas al Consejo Político en diversas ocasiones exponiendo inquietudes, también nos hemos abocado con miembros del Consejo Político de manera bilateral exponiendo nuestros planteamientos siendo ignorados.
“… asimismo nos hemos unido a las solicitudes de rendición de cuentas y apego a los lineamientos democráticos contemplados en los documentos de funcionamiento de la Unidad, sin embargo no hemos sido escuchados, todos estos esfuerzos han sido infructuosos, lo que nos permite afirmar que la Unidad Nacional Azul y Blanco ya no es la organización en la cual nos sentimos representados”.
De esta manera, los golpistas de Jinotega han sido también relegados por sus compinches que mangonean la agrupación creada por la Iglesia Católica de Nicaragua a través de la Conferencia Episcopal, manejada por el obispado.
Lo único que les queda, al igual que a los otros renunciantes, es el palabrerío vacuo utilizado durante la intentona golpista de 2018, en el que se quejan de una “dictadura” que no les permitió seguir destrozando el país ni matando, robando, violando y secuestrando a personas inocentes desde los criminales tranques.
Esta es la carta de renuncia de los Alianza Cívica de Jinotega:
