Hace 14 años los líderes históricos de las revoluciones de Cuba, Fidel Castro, y de Venezuela, Hugo Chávez, acordaron la creación de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) como mecanismo de integración regional.
La iniciativa era la opción para enfrentar una propuesta neoliberal de Estados Unidos que pretendía, a través del Área de Libre Comercio de las Américas, transgredir la soberanía de las naciones latinoamericanas y caribeñas.
Desde hace nueve años, con los aportes de la República Plurinacional de Bolivia, el significado de la ALBA cambió, y se convirtió en Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP).
Hasta la fecha, la solidaridad, complementariedad, justicia y cooperación, sobresalen entre los principios de la actuación de los Estados miembros del mecanismo, el cual está integrado por Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia, entre otras naciones.
De acuerdo con los preceptos del ALBA-TCP, la alianza posee también un carácter político, económico y social en defensa de la independencia, la autodeterminación y la identidad de los pueblos.
Logros de la integración
Diversos han sido los logros alcanzados por el bloque regional en materia educativa, de salud y otras desde la puesta marcha del mecanismo de integración.
Según datos divulgados, las acciones concertadas en el contexto del ALBA-TCP, posibilitaron que durante el 2005, 2008 y 2009, naciones como Venezuela, Bolivia y Nicaragua se declararan Territorios Libres de Analfabetismo, al tiempo que cinco millones de personas aprendieron a leer y escribir con el método cubano ‘Yo sí puedo’.
Asimismo, el programa de salud Misión Milagro, destinado a pacientes con afecciones oftalmológicas, permitió la recuperación gratuitamente a más de tres de millones de personas de bajos recursos de 21 países.
Otras acciones están relacionadas con la formación de médicos comunitarios en la Escuela Latinoamericana de Medicina con sedes en Cuba y Venezuela, donde se han graduado miles de jóvenes de la región y de África, con un alto nivel científico.
También se muestran avances en el ámbito económico con la puesta en marcha, desde enero de 2008, del Banco del ALBA, a través del cual se ofrece financiamiento a las naciones del bloque para proyectos económicos de interés.
De igual modo, existe la inversión de los ingresos por venta de combustible mediante el acuerdo de pagos justos en el desarrollo social, agrícola, pesquero, industrial y reparaciones navales, entre otros.
Defender la paz en la región
Con el objetivo de defender la paz en la región y consolidar la integración latinoamericana y caribeña, recientemente se celebró en esta capital la XVI Cumbre del ALBA-TCP.
Durante el encuentro, de un día, en el que los jefes de Estados abogaron por fortalecer la unidad dentro de la diversidad en el continente, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, exhortó a cerrar filas en la defensa de los gobiernos progresistas de Nicaragua y Venezuela.
El mandatario de la nación caribeña señaló que la subversión política, las agresiones económicas y sus efectos sociales, y las constantes amenazas del uso de la fuerza, ponen en peligro la paz y la seguridad de la región.
Por su parte, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, destacó como el principio fundamental del ALBA-TCP, la solidaridad, y subrayó que es un valor presente en las luchas por la libertad, la justicia y la paz contra el imperio a lo largo de la historia.
El capitalismo no cree en la solidaridad y por naturaleza es egoísta, recalcó Ortega, al tiempo que alertó sobre los ataques de Estados Unidos y otras potencias con un marcado carácter injerencista e intervencionista contra naciones como Venezuela o Cuba.
Impulsar los programas sociales de la ALBA fue el llamado del mandatario venezolano, Nicolás Maduro, quien propuso además que el mecanismo integrador asuma la criptomoneda, el petro, como el centro de sus esfuerzos monetarios hacia el futuro para la liberación económica.
Los jefes de Estado presentes en el cónclave regional se comprometieron a construir un nuevo orden internacional más democrático, inclusivo, justo y equitativo, en el que sea efectiva la igualdad soberana entre las naciones y el respeto a la libre determinación.
También insistieron en el papel de la unidad, pues dotará a los países latinoamericanos y caribeños de una mayor capacidad para hacer frente a la injerencia y dominación política económica de los poderes globales.
Asimismo, expresaron el respaldo del ALBA-TCP al Gobierno y pueblo de Bolivia en su lucha por una salida al mar con soberanía, y llamaron a Chile a retomar el diálogo con su vecino.
Este lunes, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, afirmó que la recién concluida cumbre de la alianza bolivariana, mostró la pujanza y coherencia de la organización regional.
En el marco de los debates previos a la Sesión Ordinaria de la IX Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el diplomático de la isla aseguró que en América Latina y el Caribe se intenta aplicar la doctrina Monroe en medio de un cambio en el balance político en la zona.
La XVI Cumbre del ALBA-TCP se celebró en medio de un complejo escenario geopolítico, caracterizado por la creciente agresividad de la administración de Washington y sus aliados de la derecha, contra los gobiernos progresistas del área.