Argentina y México por un nuevo eje latinoamericano

Gerardo Villagrán del Corral | Rodolfo Koé Gutiérrez | CLAE

Los presidentes de Argentina y México, Alberto Fernández, y Andrés Manuel López Obrador, mostraron que tienen una muy buena sintonía, que no sólo se expresa en las declaraciones públicas, sino también en los análisis y planes que han comenzado a compartir, en la búsqueda de recrear un eje integrador de América Latina y el Caribe, y ahora en la necesidad de aprovechar el cambio que significa la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca.

“Argentina y México tienen un futuro, y América Latina tiene un futuro y ese futuro pasa por la unidad de los esfuerzos. Que Argentina y México encaren un futuro común y que esto ayude a la América Latina es un deber que tenemos. Desde el país más norteño de la América Latina hasta el país más austral de la América Latina tenemos que ser capaces de trazar un eje que una a todo el continente”.

Pero no se habló de organismos integradores, como la Comunidad de Estados latinoamericanos y caribeños (Celac), que hoy preside México.

Este fue el segundo encuentro entre ambos mandatarios. Fernández ya había visitado a López Obrador cuando era presidente electo. Hoy ambos sintonizan en la conveniencia de abrir mercados y una mayor relación con Europa y, sobre todo, impulsar con mayor energía la producción de vacunas contra la Covid-19 para distribuir en América Latina y reclamar que haya un mejor acceso a estas vacunas.

Los mandatarios destacaron los esfuerzos conjuntos para producir la vacuna británica contra el coronavirus para América Latina de la Universidad de Oxford y el laboratorio AstraZeneca y anunciaron que, a partir de abril, las dosis estarán disponibles para la región.

Fernández se manifestó “en favor de la universalización de la vacuna” y denunció que “se han acaparado dosis en una decena de países en desmedro de muchos otros”. “Vengo trabajando con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, para plantear en el G-20 la necesidad de declarar la vacuna Covid-19 un bien global, para que pueda ser producida en sus respectivos países”, añadió

Indicó que la misma preocupación la tiene México, que también es parte del G20, “con la idea del papa Francisco de poner justicia y equidad a la distribución de vacunas”, agregó.

Las flores entre los mandatarios no faltaron. Dijo Alberto Fernández: “México tiene un presidente como merecen los mexicanos. México tiene al primer presidente honesto en muchos años; el primer presidente decente en muchos años, y cuando lo escucho hablar como habla, lo veo actuar como actúa, cada día verifico más eso”.

López Obrador ponderó la amistad de los dos países, y agradeció el papel de Alberto Fernández quien influyó para tener acceso a la vacuna Sputnik. El argentino, respondió con agradecimiento por el papel determinante de López Obrador en la renegociación de la agobiante deuda pública de su país, y sobre todo con la histórica recepción a sus compatriotas exiliados cuando la dictadura militar impuesta en 1976.

Fernández enlazó el exilio del expresidente boliviano Evo Morales. En Bolivia ocurrió un golpe de Estado y allí muchos bolivianos vieron peligrar sus vidas, entre ellos nuestro querido amigo, el ex presidente Evo Morales. Entonces, le llamé a Marcelo Ebrard y le expliqué, y Marcelo inmediatamente le planteó el problema al Presidente e inmediatamente dispusieron de un avión que rescatara a Evo Morales de las garras de sus asesinos. Y si Evo hoy está vivo es en gran medida por lo que aquel día decidió el presidente de México, don Andrés Manuel López Obrador, dijo.

Otro tema que salió a flote en la conversación entre los dos mandatarios, fue la preocupación por el rol de la Organización de Estados Americanos (OEA): evaluaron que persiste la injerencia de las políticas del expresidente Donald Trump para con América Latina en el organismo panamericano. Así como recordaron con el golpe de Estado en Bolivia, mostraron su preocupación ante la participación de los funcionarios de la OEA en la segunda vuelta de los comicios presidenciales de Ecuador.

En el plano económico, los presidentes coincidieron también en la necesidad de que Europa tenga más presencia en el comercio latinoamericano.

En el plano comercial, Argentina no logra satisfacer las oportunidades que brinda México y cumplir con los objetivos. Los productores argentinos de pollos frescos tienen la posibilidad de venderle a los consumidores de México 300.000 toneladas de carne aviar fresca con arancel 0. Equivalen a dos años de exportaciones o al 18% de la producción anual argentina. Sin embargo, aun no han logrado meter en ese mercado ni el 5% de eso.

El caso del pollo es uno de los varios artículos que las empresas de Argentina ya pueden exportar a México en cantidades importantes con arancel 0, pero que aun no logran cumplir ese objetivo.

El contraste con ese potencial exportador está en el caso de los automóviles, que constituyen la mayoría del comercio bilateral. Por el último cambio a los acuerdos madre de la relación entre ambos países, el año que viene el actual comercio administrado automotriz debería dar paso al libre comercio. Tras la reunión de los presidentes parece surgir una suerte de acuerdo tácito para no activar la cláusula de libre comercio automotriz y continuar con el administrado.

Los mexicanos tienen una razón de fondo: la versión actualmente vigente del tratado de libre comercio de América del Norte (ex Nafta, ahora T-MEC para los mexicanos) obliga a que los autos tengan un 75% de piezas fabricadas en alguno de los tres países del bloque para que puedan pasar de una frontera a la otra. Hasta ese momento, los autos mexicanos que iban a EEUU y Canadá llevaban también cantidades de piezas de Brasil y Argentina, entre otros países de afuera del bloque. Ahora ya no es posible.

Por el lado de la Argentina, los 507 millones de dólares de déficit comercial bilateral de 2020 es una buena razón como para no buscar que más autos mexicanos inunden el magro negocio automotriz argentino.

En esta visita, Fernández insistió con dos temas: que México cree las condiciones para facilitar la entrada de los productos argentinos con arancel 0%, para lo cual el pedido fue que se “flexibilizaran” los requisitos; y dos, que le abran las puertas a las empresas exportadoras argentinas de commodities, en especial los frigoríficos del consorcio exportador ABC, que a su vez participa del programa de carne con precios cuidados.

La deuda, tema clave para Fernández

Fernández dijo que su gobierno procura «encontrar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que le convenga a la Argentina». En ese sentido, puntualizó que el país tiene que hacer frente a un «crédito alocado y vergonzoso» que fue concedido «con fines políticos y sin ningún sentido económico», durante la gestión del expresidente, Mauricio Macri.

Para Fernández los préstamos del FMI «fueron la campaña política más cara de la historia de la humanidad y la tenemos que pagar los argentinos». En ese sentido, puntualizó que «hay que ser muy cuidadosos en la negociación». «Estamos tratado de encontrar un acuerdo en un crédito que fue vergonzoso para la Argentina, dado para garantizar el triunfo del expresidente Mauricio Macri en la elección de 2019», puntualizó.

Y le agradeció a AMLO, «porque cuando Argentina negoció con privados, su colaboración fue determinante para encontrar el acuerdo». Ambos mandatarios hablaron del tema, también en privado.

La cuestión con el Fondo se trató también en la primera reunión con empresarios mexicanos con negocios en la Argentina, entre ellos el ceo de embotelladora FEMSA (Coca Cola), la alimenticia Bimbo, los enviados de Carlos Slim (Claro) y los dueños de la cadena de shoppings Coppel, cuando el presidente argentino aseveró que trabajaba para llegar a un arreglo por la deuda de 44 mil millones de dólares, con el objetivo de ordenar el frente económico interno y lograr una estabilización cambiaria sustentable.

El ministro de Economía argentino, Martín Guzmán, confía en un arreglo rápido antes de mayo, y para eso viajará a EEUU y Europa con el discurso de que se trató de un préstamo geopolítico de la administración Trump a Macri.

La deuda con los europeos (club de París), de 2,500 millones de dólares, supone para el gobierno argentino un capítulo un poco menos engorroso que llegar a un acuerdo con el FMI, por los preexistentes lazos con líderes del viejo continente: la alemana Angela Merkel, el español Pedro Sánchez y el francés Emmanuel Macron, señalaron lo positivo de que los acreedores privados internacionales acordaran con Argentina.

*Gerardo Villagrán es antropólogo y economista mexicano, Rodolfo Koé Gutiérrez es periodista económico argentino, ambos analistas asociados al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

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