Prensa Latina
Independientemente de cuál sea el resultado, el juicio penal que comenzará hoy en Nueva York contra Donald Trump ya es histórico: por primera vez en Estados Unidos un expresidente va al banquillo por cargos criminales.
Con Trump se rompió el molde. El exmandatario (2017-2021) enfrenta 34 cargos por falsificar registros comerciales para encubrir el pago en 2016 -cuando buscaba la presidencia- a la actriz de cine para adultos, Stormy Daniels.
Hasta ahora tres de los cuatro juicios penales de Trump (los de Washington, Florida y Georgia) se mantienen con el botón de freno encendido, pero en una corte de Manhattan, muy a pesar del eventual candidato republicano, arrancará este lunes el proceso con la selección del jurado.
El abogado Michael Cohen, exaliado y extapadera de Trump, es el testigo estrella. Fue él quien le pagó a Daniels para que no abriera la boca y luego Trump le reembolsó.
Como alega el fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, en su acusación de 34 cargos, el exgobernante falsificó registros sobre esos pagos para “ocultar actividad criminal”.
Hay, sin dudas, una expectativa generalizada. Los medios televisivos anunciaron cobertura especial. La publicidad, de cualquier manera, estará garantizada.
Antes de este 15 de abril, Trump hizo lo indecible -a través de su equipo legal- para retrasar el juicio. Lo ideal para él, como puede presumirse, es que las demoras vayan más allá del 5 de noviembre, fecha de las elecciones generales.
La semana pasada fracasaron tres intentos de sus abogados de aplazar el inicio de este juicio y el propio exocupante del Despacho Oval tuvo que admitirlo.
«El lunes me veré obligado a sentarme, amordazado, ante un juez altamente conflictivo y corrupto, cuyo odio hacia mí no tiene límites», escribió Trump en Truth Social el miércoles.
Su defensa tratará de sostenerse en cuestión de la credibilidad: no se puede confiar en Cohen si consta su declaración de culpabilidad por mentir al Congreso y el Departamento de Justicia se negó a ofrecerle un acuerdo de cooperación porque los fiscales asumieron que les había mentido, recuerda la prensa local.
Sin embargo, para el reportero ganador del Premio Pulitzer, David Cay Johnston, quien ha cubierto la trayectoria de Trump desde la década de 1980, el expresidente en realidad podría ser condenado.
Autor de “La gran estafa: cómo Donald Trump esquilmó a Estados Unidos y se enriqueció a sí mismo y a su familia” y su más reciente artículo para The New Republic “Hoy es el día en que por fin terminarán 50 años de estafas”, Johnston dijo a Democracy Now que el caso es extraordinariamente sólido porque su apañador Cohen fue a prisión por estos mismos hechos.
El embrollo legal es casi inenarrable. Responsabilidad civil por difamación y conducta sexual inapropiada, fraude durante años con su imperio inmobiliario, a lo que se suman intentos de revertir los resultados de las elecciones de 2020 y la retención de documentos clasificados tras abandonar el cargo hacen una compilación para libro de texto.
Con buena parte de todos esos enredos en curso y en total 88 cargos entre estatales y federales, Johnston fue categórico: “Donald Trump ha cometido graves actos criminales a lo largo de toda su vida y, finalmente, está teniendo que rendir cuentas”.