Santiago Carvajal fue atacado a tiros en el norte del país centroamericano, donde entre 2001 y 2019 han sido asesinadas 77 personas vinculadas a los medios
El presentador de televisión hondureño Santiago Carvajal, integrante de la comunidad LGTBI, murió este sábado luego de ser atacado a balazos el viernes en la ciudad de Puerto Cortés, localizada en el norte de Honduras, informaron sus familiares. Carvajal falleció en el Hospital Mario Catarino Rivas de San Pedro Sula, la segunda ciudad más importante del país centroamericano. Según versiones de medios locales de prensa, Carvajal dirigía la revista de corte crítico La Galaxia de Santi, en un canal de televisión de su localidad.
El comunicador se dirigía hacia un canal de la televisión local en Puerto Cortés, al que había sido invitado, cuando fue atacado la noche del viernes por desconocidos, dijo uno de sus parientes, citado por la agencia EFE. Medios locales narraron que Carvajal fue perseguido por sujetos sin identificar, quienes le dispararon. El presentador fue asistido por testigos que presenciaron el ataque, cuyas causas se desconocen, aunque la Policía local ha iniciado una investigación para esclarecerlo.
En mayo pasado el estatal Comisionado Nacional de los Derechos Humanos en Honduras (CONADEH) indicó que entre 2001 y 2019 en el país se habían registrado 77 personas vinculadas a los medios de comunicación, entre periodistas, locutores, fotógrafos, camarógrafos y propietarios de medios que perdieron la vida de manera violenta.
El 92 por ciento de esas muertes seguían en la impunidad, señaló el CONADEH, que además expresó que es preocupante la impunidad que impera en el país por la falta de investigación, entre otros factores. Según el mismo organismo, la muerte violenta de personas ligadas a los medios de comunicación se constituye en «la forma de censura más extrema».
El 17 de marzo de este año otro comunicador social hondureño, Leonardo Gabriel Hernández, de 54 años, fue asesinado de seis disparos con arma de fuego en el Barrio La Ceiba de la sureña ciudad de Nacaóme, departamento de Valle.
Hernández trabajaba en el local Canal Valle TV, de Nacaóme, en el que dirigía el programa «El pueblo habla», y se dirigía a su casa cuando fue asesinado por al menos dos desconocidos que se conducían en motocicleta, informaron entonces familiares suyos y autoridades policiales. El comunicador había venido recibiendo amenazas, lo que en su momento denunció, según informaron periodistas de Nacaóme, aunque hasta ahora no han sido esclarecidas las causas de su muerte de manera violenta.
Honduras ocupa el puesto 141 en la clasificación mundial de libertad de prensa de Reporteros Sin Frontera (RSF), que establece que el nivel de impunidad en Honduras es uno de los más elevados del continente. “Los periodistas que trabajan para los medios de comunicación de oposición o comunitarios a menudo son agredidos o amenazados de muerte, y en muchos casos se ven obligados a exiliarse”, advierten desde RSF. “Por otra parte, suelen emprenderse procesos judiciales abusivos contra periodistas por difamación, delito que suele ser castigado con penas de prisión y que puede llegar a ser sancionado con la prohibición de ejercer el periodismo”.
El país centroamericano está inmerso en una profunda crisis política, con masivas protestas que exigen la salida del presidente Juan Orlando Hernández, quien fue reelecto en 2017 tras unos controvertidos comicios, consideradas fraudulentas por la oposición. El viernes la organización Amnistía Internacional publicó un informe en el que acusa al Gobierno hondureño de hacer “uso excesivo de la fuerza” para sofocar las protestas. Según AI la represión contra quienes exigen la renuncia de Hernández ha dejado seis muertos y más de 80 heridos.