El actor estadounidense fue condenado el pasado otoño a entre tres y diez años de prisión por un delito sexual.
El actor y comediante Bill Cosby, sentenciado el pasado otoño a una condena entre 3 y 10 años de prisión por violar y drogar a una entrenadora de baloncesto, no tiene «ningún remordimiento» porque se considera inocente. Además, se siente un «preso político» como Martin Luther King y Nelson Mandela, según declaró este miércoles el portavoz del artista, Andrew Wyatt, en una entrevista con el radio KYW.
Según Wyatt, el actor cree que la razón de su encarcelamiento es el descontento de «la gente» sobre cómo «trataba de involucrar a la comunidad negra para que se convirtiera en empresaria».
Al artista estadounidense se le ordenó que se sometiera a sesiones obligatorias de asesoramiento para delincuentes sexuales después de que el juez de primera instancia lo clasificara como «un depredador sexualmente violento«. Cosby se negó a asistir.
Este tipo delictivo, que requiere que se descubra que una persona presenta una «anormalidad mental o un trastorno de personalidad», el cual la hace propensa a participar en futuros delitos depredadores y sexualmente violentos, es la más severa a la que se puede condenar de acuerdo a la legislación en la materia del estado de Pensilvania.
El intérprete no podrá solicitar la libertad condicional hasta que cumpla al menos tres años de condena. El letrado de Cosby reconoce que el actor «podría tener que cumplir el máximo de 10 años si la junta de libertad condicional siente que no está asumiendo su responsabilidad o si no cumple con los requisitos de su sentencia».