Un 6 de febrero de 1945, el mundo vio nacer a una estrella, a un personaje que traspasaría fronteras con su música y que se convertiría en el máximo exponente del reggae a escala mundial: Bob Marley.
Setenta años más tarde, este sinónimo del género reggae, sigue ganando seguidores y generando reflexiones gracias a las poderosas líricas de sus canciones y a su estilo y filosofía de vida basado en el movimiento rastafari, con el que estaba abiertamente comprometido.
«Uno de los mayores atractivos de la historia de Bob Marley es su propia historia: su origen humilde y cómo transmitía su esencia, porque eso lo hizo conectar con las masas fuera de su país», expresó Ray Hitchins, profesor de la Unidad de Estudios de Reggae del Instituto de Estudios del Caribe, de la Universidad jamaiquina de West Indie.
Pese a la temprana muerte de Marley, el 11 de mayo de 1981, con tan solo 36 años de edad a causa de un cáncer encefálico; su éxito musical no se detuvo. De hecho, el álbum póstumo del artista, Legend (1984), se convirtió en el disco de reggae más vendido de todos los tiempos, con más de 25 millones de ventas a nivel mundial.
Varios de sus hijos —Ziggy, Damain, Julian y Stephen— continuaron con su legado y son actuales referentes del género.
A juicio del experto, Bob Marley es más famoso ahora que antes de morir, y ello se debe en gran parte a la comercialización sistemática —promovida por su familia— de su imagen hasta convertirlo en un sinónimo de Jamaica.