La movilización de miembros de grupos cocaleros y seguidores de Evo Morales terminó en disturbios por cuenta del registro de confrontaciones con agentes de las Fuerzas Armadas en los que más de 70 personas resultaron heridas.
Ahogado en medio de una nube de gases lacrimógenos terminó el grito de los cientos de bolivianos que salieron a las calles de Sacaba, en cercanías de Cochabamba para sentar su voz en respaldo de Evo Morales con banderas de colores y cánticos cocaleros.
De acuerdo con los datos entregados por la Defensoría del Pueblo, en el marco de las manifestaciones registradas este 15 de noviembre, perdieron la vida al menos cinco ciudadanos y más de 29 resultaron heridos, mientras que las autoridades médicas hablan de 75.
El comunicado oficial sobre el hecho divulgado por esta institución señala que se presentó una “intervención conjunta de la Policía Boliviana y las Fuerzas Armadas” por lo que solicitan la apertura de una investigación para determinar si hubo violaciones a los Derechos Humanos durante las citadas confrontaciones.
La exigencia de la Defensoría va dirigida al Ministerio Público con el objetivo de que este esclarezca las circunstancias en las que se dieron los cinco fallecimientos y llama al “actual Gobierno” a recordar que su llegada prometió el retorno de la paz y no el deceso de más bolivianos.
Ante los fallecimientos, Morales se pronunció a través de su cuenta oficial de Twitter, plataforma en la que le pidió a los militares y policías que detengan la que califica como la “masacre del pueblo”.
El saliente mandatario boliviano comparó las acciones policias en Cochabamba con la ejecución de Tupac Katari en el año 1781 por parte del “yugo español”, al asegurar que ahora “los golpistas masacran a indígenas y gente humilde por pedir democracia”.
Según lo declarado por Nelson Cox, el representante en Cochabamba de la Defensoría del Pueblo, las muertes se presentaron por “heridas de bala” frente a la que habría sido una reacción “desproporcionada” de la Fuerza Pública de cara a la manifestación. Los presuntos excesos denunciados por Cox contemplarían, además, que los policías no habrían permitido el acceso de las ambulancias para llevar a cabo el traslado de los heridos.
A la marea de señalamientos, la Policía respondió que durante los enfrentamientos sus agentes fueron atacados también con balas y que capturaron a una persona que habría repartido dinero entre los manifestantes para que perpetraran hechos violentos.
Medios locales reportaron que fuentes policiales decomisaron no solo armas de fuego, sino dinamita y algunos cócteles molotov y que el destino final de los cocaleros participantes en las movilizaciones es la ciudad de La Paz.