Mientras a nivel oficial la Administración del presidente de los EEUU, Barack Obama, negaba por cuarto año consecutivo la petición de la Asamblea General de la ONU de levantar el embargo comercial a Cuba, la Embajadora USA en nuestro país, Laura F. Dogu, expresaba su anuencia a abogar por una relación respetuosa entre Nicaragua y su Gobierno.
La resolución de la ONU fue apoyada por 191 países, siendo rechazada solo por los EEUU y su aliado Israel -muy superior a los 188 logrados en el 2014-, lo que deja en entredicho la voluntad expresada por Obama de poner fin al embargo económico, comercial y financiero a Cuba, en ocasión del restablecimiento de relaciones entre ambos países, después más de medio siglo de ruptura.
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La respuesta del Gobierno cubano fue puesta de manifiesto por su canciller, Bruno Rodríguez, quien habló de un “notable progreso” desde el año pasado, pero aseguró que “después de diez meses” del inicio del proceso de acercamiento bilateral no hay “ninguna modificación sustancial” al embargo.
Agregó que las medidas acogidas por el ejecutivo norteamericano desde principios de año, aunque positivas, solo modifican de forma muy limitada algunos elementos de la aplicación del bloqueo, el que a criterio de su país es el elemento esencial que dará sentido a lo avanzado.
Desde 1992, la Asamblea General de la ONU pide su fin a través de resoluciones presentadas por Cuba. En esa ocasión, la resolución había recibido 59 votos favorables y tres en contra, con 71 abstenciones y 46 países que no habían participado en la votación.
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En Cuba, la población festejaba lo que enfatizaron como un rotundo triunfo por unanimidad obtenido en la ONU por esa isla en contra de Washington, de quien dijeron que ahora los “aislados” son ellos, teniendo como compañía únicamente a sus aliados sionistas. El diario Granma tituló: “El mundo da un rotundo no al bloqueo”.
No obstante, en las calles de La Habana Vieja la tristeza y decepción se reflejaba en la cara de algunos cubanos por la contradictoria posición adoptada por la administración de los EEUU, que por un lado habla de restablecer normalmente las relaciones entre ambos países y por otra vota en contra del levantamiento del embargo avalado por la comunidad internacional.
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En tanto, a nivel casero, en una reunión de socios de la Cámara de Comercio Americana (Amcham), la embajadora de Estados Unidos Laura F. Dogu, expresó que continuará abogando por el diálogo entre su gobierno y el de Nicaragua de forma respetuosa.
La diplomática también destacó la importancia de crear puentes para ayudar a la prosperidad económica de Nicaragua, y en ese sentido promover centros técnicos para pequeñas y medianas empresas como existen en otros países, para elevar la competitividad de éstas.
Además, recordó que es tema esencial para los inversionistas la seguridad jurídica a fin de que les respeten los negocios en el país, a lo que el canciller nicaragüense, Samuel Santos, reaccionó diciendo que era un tema bastante apropiado en el discurso de Dogu y que nuestro país está anuente a seguir estas conversaciones de forma honesta y respetuosa.