Mario Hubert Garrido │ Prensa Latina
El 7 de septiembre de 1977 fueron firmados los Tratados Torrijos-Carter, un hito que marcó la historia del istmo al coronar el esfuerzo de múltiples generaciones por alcanzar la plena soberanía y la devolución del Canal de Panamá.
Uno de los protagonistas de esa epopeya, el hoy catedrático Julio Yao, exasesor personal del entonces canciller Juan Antonio Tack, respondió en exclusiva a un breve cuestionario de Prensa Latina.
Prensa Latina (PL): ¿Qué vigencia tiene la firma de ese acuerdo y cuáles momentos de expresión popular lo antecedieron?
Julio Yao (JY): Fueron dos los tratados del Canal: el del Canal, que expiró el 31 de diciembre de 1999, negociado por el Canciller de la Dignidad, Juan Antonio Tack, de conformidad con la Declaración Tack-Kissinger de 1974, que yo redacté por orden del citado diplomático y del general Omar Torrijos a fines de 1973; y el de Neutralidad, que es a perpetuidad, suscrito por el nuevo equipo que reemplazó al canciller Tack.
El Tratado del Canal, que desmanteló la Zona del Canal, eliminó las bases militares y reconoció nuestra soberanía, fue el producto final de múltiples luchas del pueblo panameño desde la independencia de 1903.
PL: ¿Cuál fue el papel de la diplomacia al gestar el Tratado Torrijos-Carter?
JY: La diplomacia y la política exterior patriótica jugaron un papel muy importante. Pero el liderazgo internacional del general Torrijos fue fundamental.
Como factores a favor de la Declaración Tack-Kissinger de 1974, citamos el brutal derrocamiento militar y asesinato del presidente chileno Salvador Allende en septiembre de 1973 por Augusto Pinochet, con apoyo de Washington; y la derrota de Estados Unidos en Vietnam.
Lo primero provocó repulsa en una parte de la región. Lo segundo contribuyó a desacreditar y desconfiar de la política exterior de la Casa Blanca.
Pese a suscribirlo ante la Asamblea Nacional, en la práctica Henry Kissinger -a la sazón secretario de Estado-, se arrepintió, según fuentes de inteligencia norteamericanas, de la Declaración de 1974 y la violó para exigir “derechos de defensa” a perpetuidad.
PL: ¿Qué peligros enfrenta hoy la neutralidad del Canal, ante la amenaza de conflictos externos como el de Ucrania y Rusia?
JY: El Tratado de Neutralidad impide que Panamá ejerza su soberanía en el Canal. Después del 31 de diciembre de 1999, nuestro país adquirió mayor jerarquía internacional al incorporar mil 432 kilómetros cuadrados de territorio, el doble de Singapur.
Por lo tanto, desde ese año cambiaron las circunstancias de septiembre de 1977, y Panamá puede ahora exigir la renegociación del Tratado de Neutralidad o denunciarlo, desvinculándonos de esa obligación.
Nos lo permite la Cláusula Rebus Sic Stantibus, del Derecho Internacional, y forma parte de la doctrina del Jus Cogens, orden imperativo internacional, que no admite acuerdos en contrario.
Turquía ejerce su soberanía en el Estrecho los Dardanelos, en medio del conflicto de Rusia con Ucrania, y la practica sobre el paso de naves mercantes y de guerra, pero el Tratado de Neutralidad del Canal no nos lo permite.
Es necesario que la política exterior panameña contemple la opción de declarar la neutralidad del país, más allá del Canal.
Salvo que haya una conflagración nuclear, lo de Ucrania no nos afecta. Ni China ni Rusia pasan armas nucleares por el Canal, aunque Estados Unidos tampoco lo permitiría.
Pero por obligaciones internacionales, según el Tratado de Tlatelolco, del cual somos parte, Panamá debe prohibir el paso de armas nucleares y basura nuclear desde Europa y Japón por el Canal, por parte de Estados Unidos, por nuestra seguridad nacional.
PL: Sin embargo, son crecientes las denuncias de organizaciones sociales sobre las pretensiones hegemonistas de la Casa Blanca, de retomar el control de la vía interoceánica.
JY: Nuestro pueblo, de manera mayoritaria, rechaza tal pretensión de Estados Unidos, de prolongar su presencia militar en Panamá amparados por el Tratado de Neutralidad.
En estos momentos en que los movimientos populares, tras más de un mes de protestas en el país contra el alto costo de la vida, lograron sentar al Gobierno en una mesa única de diálogo en la ciudad de Penonomé (Coclé), es importante que los colectivos se hagan eco de ese histórico reclamo.
Por estos días en Panamá, con mayor frecuencia, recuerdan a Torrijos cuando al referirse a la firma de los Tratados reconociera que el principal protagonista de esa gesta fue el pueblo, el cual luchó por generaciones para alcanzar el objetivo de perfeccionar la independencia.
El 7 de septiembre de 1977, el presidente estadounidense, Jimmy Carter, y el jefe del gobierno panameño, Omar Torrijos, firmaron en Washington los Tratados que sellaron la entrega de la administración del Canal de Panamá el 31 de diciembre de 1999 y el desmantelamiento de 14 bases militares.