Mientras la oposición se centra en su “último hallazgo”, que es la presunta compra de dos vehículos Mercedes Benz por parte del presidente Daniel Ortega, el cardenal Leopoldo Brenes le dio una dura lección al diario La Prensa, respondiendo sobre el tema que el gobierno ha hecho “grandes aportes a la infraestructura vial, calles, hospitales y escuelas”.
Estamos claros de que no seguirán el consejo, que no es otro que sean positivos, que no se dejen llevar por el odio irracional y vean las buenas obras que los resentimientos políticos no les dejan ver.
¿Cómo irán a tomar esta sabia consideración los herederos de la colonia y de la encomienda? ¿Cómo se referirán en adelante a Polito? ¿Lo llamarán “cómplice” o “vendido” al sandinismo como llaman al cardenal Miguel Obando y Bravo?
“No soy muy experto en precios de automóviles, lo que yo podría decir y lo hemos dicho como Conferencia Episcopal, que se invierta gran parte en la educación y en la salud y no hay duda nosotros como Conferencia y que el pueblo también lo ve, que hay muchas aportaciones que se han hecho, sobre todo en infraestructuras a nivel de carreteras, ha sido un trabajo bastante fuerte a nivel de las calles, hospitales, escuelas y esto pues tendría que valorarse bien como se hacen las inversiones”, dijo el religioso.
Y para que no les quedaran dudas, les habló de la importancia de la inversión en la educación y la salud “porque es lo que el pueblo reclama y lo que el pueblo necesita para su desarrollo”.
El reportero (no es culpable, sólo cumple el encargo), le consultó entonces sobre la elección de Judith Silva como nueva magistrada sandinista en el Consejo Supremo Electoral (CSE).
Igual de mesurado, el cardenal Brenes le respondió que eso refleja el poder que logró el FSLN en las anteriores votaciones, lo que debe llamar a la reflexión a la oposición política, y revise su actuación en su desempeño político. Los llamó además a trabajar por el bien común.
“Lo importante es que la oposición verdaderamente haga su evaluación con respecto a esta situación que están viviendo y comiencen a reflexionar y ver cuál debe ser su actitud de ellos, sobre todo que no hay duda que en la Asamblea Nacional siempre es el círculo donde se discuten las grandes realidades políticas; yo creo que hay que ver cómo están como oposición todos los partidos para aportar e influenciar al bien común”, dijo.
Más claro que los calenturientos ONG, partidos políticos y medios de comunicación opositores, el arzobispo explicó que como el partido FSLN es mayoría dentro del parlamento, tienen las mayores cuotas de poder y consolidación en las decisiones políticas.
“Si el partido Frente Sandinista tiene sesenta y tantos y las otras tienen menos, allí está la realidad; eso significa que los partidos de oposición tienen que trabajar por el pueblo para poder consolidarse y para adquirir de parte de los votantes los miembros necesarios en la Asamblea Nacional y en otros poderes del Estado.
“Ese es el gran reto de la oposición, trabajar a partir de las acciones permanentes que puedan hacer a favor del pueblo”, sostuvo el prelado. Es decir, no traten de destruir las obras del gobierno, súmense a favorecer al pueblo desde su óptica opositora.