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* Ante los brutales aranceles del presidente norteamericano, los países de la región han visto en la nación asiática a un socio estratégico que ha cambiado el tablero de las relaciones comerciales.
La relación que China ha establecido con América Latina ha puesto siempre el énfasis en temas como la «igualdad», el «beneficio mutuo», la tecnología, el respeto a la soberanía, entre otros. Esta visión innovadora ha sido uno de los imanes para apuntalar la actividad comercial en la región latinoamericana.
Se tiene previsto que la próxima semana se lleve a cabo en Pekín el Foro de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac)-China, que cumple una década desde su primera edición.
Según confirmó la canciller colombiana, Laura Sarabia, hasta el momento se prevé que asistan a este encuentro ministerial 17 cancilleres y los presidentes de Colombia, Gustavo Petro; el brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva y el chileno, Gabriel Boric. El pasado 9 de abril, Bogotá asumió la presidencia pro témpore de la Celac.
Este foro se celebró por primera vez en enero de 2015 en la capital china; en enero de 2018, en Santiago de Chile y, en diciembre de 2021, en México.
Un acercamiento distinto
La postura del país asiático con sus socios comerciales latinoamericanos se aleja radicalmente del tipo de relación desigual que priva en los acuerdos establecidos con gobiernos del Norte Global, donde la prioridad está puesta en la expoliación, los acuerdos desventajosos, los intereses políticos e individuales de los grandes conglomerados industriales y núcleos de poder.
Este planteamiento chino, a través de los últimos años, ha ido sentando las bases para la consolidación de las relaciones, incluso a nivel estratégico, con varios países. El cultivo de este vínculo, a través del tiempo, ha sido una de las ‘armas’ que posee China en la guerra arancelaria del Gobierno de Donald Trump contra Pekín.
La nación asiática pone el foco en apoyar el desarrollo y la prosperidad en América Latina, a través de mecanismos de cooperación en áreas estratégicas como comercio, inversión, infraestructura y tecnología, siempre bajo el marco de beneficio mutuo y respeto a la soberanía.
«Un destino común»
Pekín se ha referido a la necesidad de conformar un «destino común para la humanidad», a través de su apuesta más ambiciosa que es la iniciativa de la Franja y la Ruta, a la que se han unido 21 países de América Latina. Esta estrategia de desarrollo ha tenido un impacto positivo entre la mayoría de las 33 naciones que conforman la CELAC.
Aunque no todas las administraciones de la región comulgan con el Gobierno chino, la posición de un socio confiable, que no busca inmiscuirse en los asuntos internos ni establecer mecanismos de presión comercial para lograr acuerdos en esa área, ha hecho que las economías latinoamericanas se hayan dirigido a China para fomentar negocios, atraer inversiones, realizar intercambio comercial y tener acceso a la tecnología de punta.
En esta reunión ministerial, según adelantó el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Lin Jian, se hablará de estrategias de desarrollo, desafíos, solidaridad y estabilidad en el Sur Global, según la página web del organismo.
Aclaraciones de Colombia
La Canciller colombiana precisó el pasado jueves que tiene «conversaciones constantes con EE.UU.» y dijo que la intención de asistir al foro en el país asiático era «buscar desarrollo» para su país.
«En ningún momento queremos que esto se vea como una afrenta a EE.UU. o un mensaje distinto que el de solo buscar condiciones» para el país, recalcó.
Espaldarazo de Brasil
Por su parte, Brasil espera que se firmen 16 acuerdos con China, en un contexto marcado por la imposición de aranceles por parte de Trump, que han causado agrias reacciones por parte de Lula. El presidente brasileño, durante la IX Cumbre de la Celac, criticó que el Gobierno estadounidense pretendiera imponerse como el guardián del planeta Tierra.
Lula ya ha respaldado públicamente las medidas chinas de responder con «aranceles recíprocos» a EE.UU. y expresó su disposición de trabajar junto a Pekín para defender el libre comercio, proteger los acuerdos internaciones y mostrar su oposición a las violaciones de la justicia internacional, recoge China Celac Forum.
Brasil es el principal socio comercial de China, seguido por México, Chile y Perú.
Esta semana también se movió otra gran pieza latinoamericana representada por Chile. Su presidente, Gabriel Boric, participará en el foro de la Celac en medio de un clima tenso tras los reclamos de Pekín por la interrupción del proyecto astronómico chino en Cerro Ventarrones, así como por el atentado que tuvo lugar en la construcción de la central hidroeléctrica en Rucalhue.
Precisamente, en el caso del proyecto astronómico, la decisión de pausarlo llegó tras algunas advertencias diplomáticas de EE.UU., que alertaban de un supuesto doble uso, científico y militar, por parte de China.
El atractivo del Caribe
Además de América Latina, China también ha puesto interés en robustecer las relaciones comerciales con el bloque caribeño, en un entorno comercial cada vez más enrarecido.
El jueves, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino calificó de «despreciable» el intento de EE.UU. de «difamar y atacar las relaciones y la cooperación entre China y el Caribe» y agregó que estas acciones están condenadas al fracaso, recoge Xin Hua.
Y es que el secretario de EE.UU., Marco Rubio, quien estuvo hace un mes en la cumbre del Caricom, esta semana se reunió con siete primeros ministros caribeños para «fortalecer» la «cooperación en el combate al tráfico de drogas y armas de fuego, el trabajo forzoso y la inmigración ilegal», según escribió en su cuenta de X.
Lin aseveró que en esas reuniones Rubio denigró los mecanismos de cooperación de China con los países caribeños y mostró su sesgo ideológico, por lo que el portavoz expresó que esas naciones no necesitan un «tutor moralista» que les ayude a elegir sus socios de cooperación, recoge Prensa Latina.