Los tratamientos médicos innovadores dan esperanza a pacientes a quienes las terapias convencionales no han dado resultado y en varios casos, además de establecer técnicas y procedimientos con posibilidad de futuro, logran mejorar la salud presente de muchas personas.
Pero a veces todo acaba muy mal, y ese sería el caso de tres personas de la tercera edad que quedaron ciegas tras someterse a un cuestionable tratamiento con células madre en una clínica del Sur de Florida.
De acuerdo al portal Buzzfeed, Elizabeth Noble, de 72 años, Patsy Blade, de 78 años, que padecían fuertes problemas de la vista, leyeron en el portal gubernamental ClinicalTrials.gov un artículo sobre terapias de inyección de células madre en el ojo que indicaba que se realizarían varios estudios clínicos al respecto. Al parecer, ambas mujeres se interesaron en esa técnica y acudieron de modo independiente a una clínica en Sunrise, Florida, operada por la empresa US Stem Cells (antes Bioheart), donde se practicaba una técnica de inyección de células madre en el ojo para atender problemas degenerativos de la vista.
Al parecer, las mujeres pensaban que los tratamientos en esa clínica estaban validados o supervisados en el marco del estudio que leyeron en ClinicalTrials.gov, pero en realidad no era así. El oftalmólogo Thomas Albini, que estudió el caso de las mujeres luego de que se sometieron al tratamiento, indicó que cree que esa clínica les presentó a las dos pacientes el procedimiento como un estudio clínico, cuando no lo era. Los resultados fueron desastrosos. Las revelaciones de Albini fueron publicadas en un artículo en The New England Journal of Medicine.
Noble y Blade, narran varias fuentes periodísticas, se sometieron a un tratamiento que implicó que células grasas obtenidas de su abdomen fueran tratadas con enzimas, mezcladas con plasma del propio paciente e inyectadas en sus globos oculares. Por añadidura se les cobró (al menos en el caso de Noble) 5.000 dólares por el procedimiento.
Cabe decir que la práctica aceptada es que en un estudio clínico no se cobra a los pacientes participantes.
Poco después de recibir esas inyecciones las dos mujeres comenzaron a sentirse mal y a sufrir severas complicaciones, entre ellas separación de retina, hemorragias y pérdida de visión, de acuerdo al periódico The Washington Post, y tuvieron que ser atendidas en un hospital.
Ambas pacientes padecían ya problemas degenerativos de la vista, pero esas inyecciones, que no eran en realidad parte de ningún estudio clínico avalado por el gobierno, catalizaron drásticamente sus problemas y las dejaron ciegas. Si no se hubieran sometido a esas inyecciones su visión habría declinado paulatinamente, pero no habrían perdido la vista de golpe, como les sucedió.
Las dos mujeres demandaron a la clínica y obtuvieron una compensación económica que no ha sido revelada, dados los términos del acuerdo judicial.
De acuerdo a Albini, las autoridades federales investigan el fenómenos de la proliferación de clínicas que ofrecen tratamientos con células madre, muchos de los cuáles carecerían de aprobación oficial, pero no se han dado detalles sobre las indagaciones.