La ingenuidad o la falta de agudeza política se apoderan del presidente del Partido Nueva Alianza Cristiana (Panac) Saturnino Cerrato, quien cada vez que brinda declaraciones se refiere a sus posibilidades de resultar candidato a la Presidencia de la República por la coalición dominada por el PLI, que al final decidirá dentro de sus filas quien será el nominado.
En recientes declaraciones, Cerrato dijo que no pierde las esperanzas de ganar el nombramiento para aspirar a la Presidencia en representación de la alianza a la que pertenece. Mientras tanto, la dirigencia del PLI, con su presidente Eduardo Montealegre a la cabeza, anda buscando quien tape el hueco dejado por el empresario radial Fabio Gadea.
A pesar de que Cerrato asegura en los medios de comunicación no perder las esperanzas y estar enfocado en sus posibilidades de ser electo por su alianza política, por su lado, Montealegre y su séquito ni siquiera toman en cuenta a los crédulos de otros partidos que se inscribieron para participar en unas supuestas primarias que definirían la postulación.
Tanto Saturnino Cerrato por el Panac como la otra precandidata por la Unión Demócrata Cristiana (UDC), Wendy Puerto, desde ante de inscribirse para participar en las “primarias”, jamás han tenido posibilidades reales de optar a ser candidatos presidenciales por su coalición y eso quedó claro con Gadea, a quien Montealegre habría nombrado aduciendo “consenso”.
Ahora el caudillo del PLI anda en busca de un nuevo candidato, pero nunca ha tenido la intención de que ese cargo quede entre uno de sus “aliados”, ya que en caso de no encontrarlo fuera de la coalición, tendría que “fajarse” con un correligionario, en este caso Luis Callejas, a quien impondría como el aspirante elegido con la “aprobación” de la coalición.
Por otro lado, luego de pelearse por los resultados de la tragicomedia que el grupo Hagamos Democracia llamó primarias, el presidente del Movimiento Acción Ciudadana (MAC), Moisés Hassan, en busca de “nuevos horizontes” decidió formar parte de otra agrupación no menos conflictiva y llena de conspiraciones, como lo es la alianza que encabeza Eduardo Montealegre y su PLI.
En la desesperación por la que está pasando esa agrupación política, quien se encargó de recibir con los “brazos abiertos” a Moisés Hassan y al Mac fue la directora ejecutivas del PLI, Kitty Montealegre, quien le aseguró que en esas filas no ocurriría lo mismo que pasó con Hagamos Democracia, organismo al que acusó de ser marrullero y poco ético.