Ismael Sánchez Castillo*
* El 45 aniversario del triunfo de la Revolución Popular Sandinista se ha conmemorado con un acto multitudinario que resonó en toda Nicaragua y más allá de sus fronteras. Este evento no solo recordó la histórica victoria del pueblo nicaragüense, sino que reafirmó los lazos de solidaridad y cooperación con países hermanos y la comunidad internacional.
La asistencia de altos dignatarios de Venezuela, Cuba, la Federación Rusa y diversos países africanos no fue solo un gesto diplomático, sino una declaración contundente de apoyo a los logros del gobierno de Nicaragua bajo el liderazgo de Daniel Ortega. La presencia de estos líderes internacionales subrayó la relevancia de la revolución sandinista como un faro de resistencia y transformación social en el mundo.
Durante sus intervenciones, los delegados destacaron los avances significativos alcanzados por Nicaragua en las últimas décadas. Yvan Gil, Canciller de Venezuela, en la misma línea que lo hizo en redes sociales Nicolás Maduro, afirmó que «la revolución sandinista sigue siendo un ejemplo de lucha y dignidad para todos los pueblos de América Latina».
Asimismo, el histórico dirigente de la Revolución Cubana, Ramiro Valdés, que transmitió un saludo en nombre de Miguel Díaz-Canel, presidente de Cuba, subrayó que «la solidaridad y el internacionalismo son pilares fundamentales que hemos aprendido del sandinismo». La representación rusa también elogió los esfuerzos nicaragüenses por mantener la soberanía y la autodeterminación, enfrentando presiones e injustas sanciones externas. El reconocimiento internacional a los logros de la revolución por parte de los más de 600 invitados extranjeros fue contundente.
Además, se destacó la asistencia de invitados especiales y delegaciones que manifestaron su respaldo a la causa palestina ante la presencia de la heroína Leila Khaled, reflejando el compromiso inquebrantable de Nicaragua con la justicia y la paz a nivel global. Esta solidaridad internacional es un testimonio de la influencia y el respeto que Nicaragua ha ganado en el escenario mundial gracias a su política exterior basada en principios revolucionarios y humanitarios.
La Voz del Pueblo presidente
Daniel Ortega, en su intervención, reiteró el concepto de «Pueblo Presidente», un principio fundamental de la revolución sandinista que pone en el centro de las decisiones políticas y sociales al pueblo nicaragüense, “Aquí no se rinde nadie, la juventud manda, el pueblo manda y Daniel obedece”, afirmó el líder revolucionario. Ortega enfatizó que «la revolución no es un evento del pasado, sino un proceso continuo de lucha por la justicia, la igualdad y la libertad». Este enfoque ha sido clave para las políticas inclusivas y participativas que han caracterizado su gobierno.
Ortega también resaltó los logros en educación, salud y reducción de la pobreza, que han transformado la vida de millones de nicaragüenses. Estos avances son el resultado de un compromiso inquebrantable con el bienestar del pueblo y la construcción de una sociedad más equitativa y justa frente a las épocas negras de dictadura y gobierno neoliberales.
El acto conmemorativo fue un reflejo vibrante del apoyo popular a la revolución. Miles de personas llenaron las calles, portando banderas y símbolos sandinistas, en una muestra de unidad y determinación. La energía y el entusiasmo del pueblo nicaragüense fueron palpables, demostrando que el espíritu revolucionario sigue vivo y fuerte. Un pueblo en las calles; celebración y unidad podría ser el resumen de lo vivido y visto.
Las calles de Managua se convirtieron en un escenario de celebración, donde la música, los bailes y los discursos inspiradores crearon un ambiente de esperanza, ilusión y compromiso. Esta manifestación multitudinaria no solo celebró los logros pasados, sino que también miró hacia el futuro con optimismo y resolución.
El 45 aniversario del triunfo de la Revolución Popular Sandinista fue más que una conmemoración; fue una reafirmación del espíritu revolucionario que sigue guiando a Nicaragua. La participación de líderes internacionales, el respaldo a causas justas como la palestina y el fervor del pueblo nicaragüense evidenciaron que la revolución está viva y en constante evolución.
Bajo el liderazgo de Daniel Ortega y Rosario Murillo, Nicaragua continúa su camino hacia una sociedad más justa, solidaria y soberana, con el pueblo siempre en el centro de su lucha y sus logros.
* Concejal IU en el Ayuntamiento de Sevilla, Diputado del Parlamento de Andalucía XI Legislatura.